Inbiotec trabaja en ‘fábricas de microbios’ para producir antibióticos naturales
La Universidad de León, a través del Instituto de Biotecnología (Inbiotec), participa en una investigación para crear microbios que fabriquen antibióticos. Un consorcio de instituciones académicas e industriales de cinco países de la Unión Europea trabajan en el proyecto Topcapi, una investigación para el desarrollo de bacterias Streptomyces que produzcan antibióticos en la industria farmacéutica, coordinada por Eriko Takano de la Universidad de Manchester. Por parte del Inbiotec participan Antonio Rodríguez (investigador principal) y Rosario Pérez Redondo.
Esta colaboración aprovechará el poder biosintético de las bacterias del género Streptomyces para crear fábricas microbianas destinadas a la producción de fármacos de gran valor, en particular de antibióticos.
El proyecto tiene una duración de cuatro años, se inició el 1 de enero de 2017 y ha sido financiado con cinco millones de euros por la Comisión Europea.
Topcapi utiliza los métodos de la biología de sistemas y de la biología sintética con el objetivo de desarrollar bacterias con una gran capacidad de producción de fármacos para que puedan ser usadas por la industria farmacéutica. En general, cuando se descubre un nuevo antibiótico la capacidad de producción natural del microorganismo es muy pequeña (por ejemplo, del orden de 10 miligramos por litro de cultivo).
Por eso, para que sea económicamente rentable para la industria, el fármaco tenga un precio asequible y se disponga de suficiente suministro en la farmacia, es necesario incrementar esta capacidad del orden de las mil veces (dependiendo del antibiótico, esto puede ser alrededor de 10 gramos por litro).
En busca de bienestar
Son dos los compuestos en los que se ha centrado el trabajo. En primer lugar, el antibiótico denominado GE2270A, que se usará de forma tópica contra el acné y se encuentra actualmente en la fase II de ensayos clínicos. El segundo objetivo consiste en antibióticos de la familia de las tetraciclinas, que se podrán usar contra bacterias difíciles de tratar, que son resistentes a varios antibióticos y cuyas infecciones son potencialmente mortales.