Reducir los incendios forestales en una provincia rica en montes
La lucha contra los incendios forestales ha sido el gran caballo de batalla de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente en la provincia de León durante muchos años. A la orografía montañosa y a la riqueza forestal se ha sumado históricamente una mal llamada cultura rural, que ve el monte como algo impune.
El 2019, como también 2018, ha mostrado un cambio de tendencia. Lo primero que han desaparecido son los grandes incendios, verdaderas catástrofes, como Castrocontrigo; por otro, las renovadas medidas de vigilancia, con la utilización de cámaras y aviones, han dado resultado, o al menos han servido para reducir la incidencia de los pirómanos sobre el terreno.
El año pasado se cerró con casi 4.454 siniestros y 3.482 hectáreas —656 arboladas— en la provincia de León, que la más afectada en la Comunidad. En el Bierzo, donde está muy arraigada esa mal llamada cultura rural, se ha reabierto hace escasas fechas el caso del incendio de la Tebaida de 2017. El juez ha decidido encausar al principal sospechoso después de dos carpetazos judiciales anteriores.
La extensión de los trabajos forestales a todo el año es una de las grandes reivindicaciones de los trabajadores que luchan contra los incendios, que, no hay que olvidar, supone un gran esfuerzo económico a la Consejería.