Unicaja castiga a León y recorta el crédito que concede tanto a pymes como a autónomos

Los anuncios y acuerdos que se publicitan van por un lado pero la realidad muestra otro camino. El apoyo de Unicaja Banco a las pequeñas y medianas empresas (pymes) y los autónomos, que forman la práctica totalidad del tejido productivo leonés, se ha reducido de forma significativa en los últimos meses; mientras la entidad financiera que preside Manuel Azuaga vuelca la concesión de crédito a las grandes empresas y las administraciones públicas.

La cuenta de resultados del primer trimestre del ejercicio presentada hace unos días señala que este descenso se debe al parón provocado por la crisis sanitaria y económica del coronavirus, que afecta a apenas dos semanas en el conjunto del trimestre. Sin embargo, los datos de evolución a lo largo del año pasado ponen en evidencia que esta tendencia a la reducción de la financiación a los pequeños negocios viene produciéndose desde hace muchos meses.

De hecho, analizando sólo los saldos de crédito de las operaciones no dudosas a pymes y autónomos correspondientes al ejercicio de 2019 se observa un descenso del 6,71% en el dinero que la entidad financiera con sede en Málaga aprueba para los pequeños emprendedores, la base del tejido empresarial español y, en mayor medida, leonés. El balance del primer trimestre del año pasado señala que Unicaja Banco tenía concedidos a pymes y autónomos 3.871 millones de euros, mientras que a finales del ejercicio la cifra se había reducido en 260 millones de euros, hasta los 3.611.

A cierre de marzo del actual ejercicio esta cantidad se había recuperado en apenas un 0,6%, aunque en la cuenta interanual el resultado de los créditos a los pequeños negocios ofrecía un balance negativo del 6,2%.

Mientras Unicaja Banco reduce su apoyo a las empresas más pequeñas, aumenta el crédito que concede a las corporaciones de mayor tamaño, para las que los créditos crecieron en el último trimestre un 11,5%, y se han incrementado en los últimos doce meses un 19%.

Y también aumenta su cartera crediticia en las administraciones, con un crecimiento del 13,8% en el último trimestre y del 34,2% desde el primer trimestre de 2019.

Por otro lado la entidad malagueña se ha deshecho en mayor medida de los créditos dudosos de los pequeños empresarios, aquellos que pasan por dificultades; que de los que tienen problemas en empresas de mayor tamaño

JUSTIFICACIÓN

El propio informe de la entidad financiera sobre la evolución de los saldos no dudosos a clientes reconoce que los segmentos más afectados por la ralentización del crédito son las pymes, el particular hipotecario y el particular destinado al consumo, que presentan las mayores caídas interanuales.

Lo achaca sobre todo a «la ralentización de la producción consecuencia de la declaración del estado de alarma» por la crisis del Covid-19. Sin embargo, apunta que el conjunto de estos créditos tiene una evolución positiva, y así se confirma tanto en la evolución del año pasado como en la del primer trimestre del actual ejercicio: una evolución positiva que tiene como protagonistas a las grandes empresas y las administraciones públicas. Los créditos de las compañías más grandes han seguido creciendo incluso en el primer trimestre de este año, a pesar de la situación de parálisis económica generalizada.

De hecho el informe reconoce que «la crisis del Covid, ha afectado en el trimestre en mayor medida a los saldos de particulares, que decrecen un 0,8% frente a los de empresas que crecen un 5%». A pesar del fuerte descenso en el crédito a los pequeños negocios.

El informe financiero del primer trimestre del año de la entidad financiera centra el análisis en las consecuencias que la crisis del Covid-19 tiene en sus resultados, a pesar de que afecta a los últimos días del trimestre. Anticipa una importante contracción tanto en la inversión como en el gasto de los hogares.

También señala que el impacto de la crisis será diferente en función de la estructura productiva de cada país, y que España será una de las economías más afectada precisamente por esta estructura, basada sobre todo en el sector servicios y dentro de ellos en gran medida en el turismo, una de las actividades para la que se prevé una recuperación más lenta.

Es una estructura productiva basada además en un tejido empresarial de micropymes, y las dificultades no sólo se derivan de la crisis sanitaria y económica desatada a mediados de marzo, porque la entidad andaluza reconoce que el menor dinamismo inversor venía produciéndose ya desde el año pasado.

En todo caso, el crédito no dudoso (crédito performing ) a los clientes que venía concediendo la entidad observaba ya una clara tendencia a concentrarse en las grandes empresas y también en las administraciones públicas, según reconoce el propio informe financiero.