Un amigo del joven Daurín es el sospechoso de su crimen
Los compatriotas dominicanos tenían relación desde niños, pero se enemistaron
El supuesto autor del crimen del joven Daurín no reconoció inicialmente ayer la autoría de los hechos que se le atribuyen, a pesar de que la Guardia Civil dispone de abundante carga probatoria. El material obraba en poder de los investigadores desde hacía algún tiempo, pero no se ha empleado hasta ahora para tratar de cerrar la operación con el máximo número de implicados posible, puesto que en un primer momento se investigó a doce personas en relación con la muerte de este joven de origen dominicano cuyo cuerpo sin vida apareció en un camino en Villavente. Es un caso especialmente complejo y las primeras manifestaciones de los detenidos corroboran la apreciación inicial: los siete se dicen y desdicen constantemente, de tal forma que para el Ministerio Fiscal y la magistrada titular de Instrucción 2 requerirá cierta pericia establecer las responsabilidades penales de los siete detenidos, aunque para la Benemérita, la autoría material está clara.
Fue, según los investigadores, un amigo personal de la infancia quien acabó con la vida de la víctima unos días antes del 27 de febrero pasado. De edad similar en torno a los 25 años, lo hizo porque habían surgido disensiones en el marco de un grupo de inmigrantes de aquel país, que residían en León desde hacía algún tiempo y que habían acercado relaciones por su carácter de compatriotas. En el marco del día a día comenzaron a surgir tensiones de carácter personal (una línea de la investigación barajó en su momento que hubiera cuestiones de corte sentimental) pero habrían sido las drogas las que dinamitaron el asunto.
Salud y seguridad
La titular de Instrucción 2 tomó ayer declaración a los detenidos a través de una videoconferencia
Por todas estas cuestiones preguntó ayer la Fiscalía a los detenidos, a los que se les tomó declaración por videoconferencia siguiendo el protocolo de seguridad que fija el Consejo General del Poder Judicial para estos casos.
La Policía Judicial de la Guardia Civil considera que las pruebas son suficientemente esclarecedoras como para atribuir el crimen al supuesto autor material. La autopsia revela que el disparo que presentaba el cadáver fue realizado por una persona de cualidades antropomórficas que coinciden perfectamente con las del sospechoso. En algún momento de las declaraciones tomadas en fase de investigación, también se consiguieron testimonios que apuntaban en la misma dirección.
El problema es que toda esta carga indiciaria y probatoria tiene que quedar suficientemente acreditada de cara al juicio.