El confinamiento dejó en el aire más de 170 bodas de carácter civil y religioso

Más de 170 bodas civiles y religiosas se quedaron en el aire por la irrupción del Covid-19 en la Diócesis de León, el Ayuntamiento y su área metropolitana. Según confirma la Iglesia, al menos 98 parejas estaban inscritas en los cursillos prematrimoniales para preparar su enlace. El primero del año se pudo celebrar en enero en la parroquia de Santo Toribio donde participaron 17 novios. También se llegaron a completar los tres de febrero convocados en La Virgen del Camino (donde acudieron 17 parejas), Valencia de Don Juan (para una decena de futuros contrayentes) y Santa María del Páramo (donde se inscribieron tres).

Sin embargo, los de marzo, abril y mayo se suspendieron y dejaron sin poder realizar el curso prematrimonial a 51 futuros esposos, quince de ellos de las parroquias de San Martín y del Mercado, relacionados con el movimiento Neocatecumenal. Por eso la delegación de Familia de la Diócesis de León está contactando con todos ellos para intentar reanudar los cursos, bien online o con medidas de distanciamiento social. La cuarentena hizo postergar las fechas de los enlaces de esas 98 parejas, tres con boda programada en la Catedral en mayo, y también frenó la idea de contraer matrimonio a otros leoneses. El año pasado se celebraron 155 enlaces religiosos y 160 en 2018, según los datos facilitados por la Iglesia.

En la parte civil, el Registro de los juzgados, el Ayuntamiento de León y los del área metropolitana tampoco organizaron los actos para 70 novios. El Covid ha alterado, no obstante, los planes de casamiento. En San Andrés del Rabanedo, por ejemplo, el año pasado se celebraron 14 bodas civiles, pero para éste sólo tenían tres solicitudes. Una para el 8 de agosto que se pospuso para 2021, otra para junio que se retrasó al 2 de agosto y una tercera que se mantiene en el 22 de agosto. Sariegos ha dejado de convocar cinco, al igual que Villaquilambre y en León, catorce.

El Covid dejó miles de celebraciones eucarísticas suspendidas desde el 13 de mayo y también supuso el aplazamiento de más de 1.600 comuniones y 300 confirmaciones. El regreso a los templos se ha realizado con gel hidroalcohólico en la entrada, accesos ordenados para mantener la distancia social, que es de metro y medio a la hora de comulgar, después de que el sacerdote también se higienice las manos. El ritual de la paz no consiste en un abrazo o apretón de manos, sino que se reemplaza por otro gesto. Tampoco se pasa el cestillo de la colecta, que estará situado a la salida.