Fin del estado de alarma
León rebrota con la nueva normalidad
Estaciones con mayor actividad, más tráfico, más gente en la calle y más compras, la maquinaria de la ciudad sale de la atrofia poco a poco
Aunque ahora todos asociemos la palabra rebrote a connotaciones negativas también puede ilustrar un sentimiento en sentido contrario. Pese a las heridas que deja la pandemia , León es una ciudad que rebrota. Bien es cierto que después de tres meses de convalecencia no se puede salir a correr el primer día del ‘alta médica’.
«Poco a poco», es la frase con la que suelen terminar todos aquellos con quienes se conversa al hilo de la vuelta a la normalidad. A la nueva normalidad tras el Covid-19. Una frase que encierra muchas esperanzas para un horizonte mejor y más optimista.
Autobuses
La nueva normalidad tras la conclusión del estado de alarma se estrenó el pasado domingo pero fue ayer lunes cuando León le dio realmente la bienvenida.
Y lo hizo con ganas, con una actividad hasta ahora inusual en las calles, en las tiendas; con gente comprando con mayor alegría y con más actividad en las estaciones (sobre todo en la de tren y menos en la de autobuses), con las líneas de buses urbanos recuperando frecuencias y viajeros y con signos evidentes de mayor evidente en todas las administraciones donde se resuelven asuntos administrativos.
A mediodía, la plaza de Santo Domingo componía una estampa casi olvidada con numerosos autobuses estacionados en sus bordes y prestos a salir en sus direcciones habituales. Pedro Méndez y Javier, dos conductores de Alsa, hacen una pequeña parada antes de partir frente al BBVA con la mascarilla de rigor en la cara.
La gente va saliendo
«Ya se nota más gente, no una barbaridad, pero si más gente. Esto tiene que ir poco a poco». Reconocen que es normal, venimos de casi tres meses donde las frecuencias de buses bajaron a uno cada hora o cada dos horas y el recelo de mucha gente a subirse al transporte público es innegable.
«Y salvo algún despistado el 99% con mascarilla», advierte Pedro Méndez, que reclama a los usuarios que utilicen más las tarjetas. «Muchos, demasiados, siguen viniendo con las monedas y los billetes cuando ahora lo mejor para todos sería que pagasen con la tarjeta».
También ayer fue día de estreno para las piscinas municipales. Las de La Palomera, Sáenz de Miera y el Hispánico abrirán a partir de ahora en horario de 11.30 de la mañana a diez de la noche. La normativa de la Junta marca que pueden hacerlo al 75% de su aforo pero en La Palomera han decidido curarse en salud y hacerlo en un 50%.
Acto único
«El aforo que tenemos es para 900 personas», confirma Manuel Caneda, administrativo de las instalaciones. Ayer por la mañana la afluencia era escasa. Al final de la jornada fueron 120 las entradas que habían vendido. «Flojito, pero los próximos días vendrá más gente, hay que tener en cuenta que se han abierto un lunes, algo que nunca había sucedido. Poco a poco se irá animando».
También los hoteles comienzan a sentir de nuevo el goteo de viajeros que llegan a León. «Hasta ahora las reservas que teníamos eran de clientes que venían por trabajo, pero ya nos empiezan a entrar las de visitantes y turistas», indica la recepcionista del NH Collection en la Plaza Mayor.
Se nota que la ciudad se mueve, que recobra sensaciones, y un recorrido por la calle Ordoño, la principal arteria de la ciudad, lo corrobora. Decenas de personas paseando, haciendo colas en los bancos para poner sus cuentas al día, echando un vistazo a los escaparates, entrando a comprar en tiendas de ropa, perfumerías o zapaterías.
En este sentido hay un apunto de la Cámara de Comercio muy ilustrativo. «Nos ha bajado de forma importante la intensidad de las consultas que teníamos hasta ahora y eso quiere decir que la gente está trabajando, que hay una vuelta a la actividad, aunque sea despacio».
Turistas, también
La estación de tren de León y en menor medida la de autobús notaron también en su afluencia el fin del estado de alarma. A la una y media el andén que esperaba la llegada del Alvia con destino a Madrid se encontraba lleno de pasajeros con sus maletas.
Había de todo, viajes por trabajo, estudiantes que iban a su piso a traer sus cosas pensando ya en las vacaciones y personas que viajaban para ver a sus familiares. La nueva normalidad permite a los viajeros moverse con total libertad, sin tener que justificarlo por cuestiones de trabajo o por causa mayor y eso se empieza a notar.
De hecho la estación de León fue ayer escenario de más de un cariñoso reencuentro entre familiares distanciados por la pandemia desde hace tres meses y que ayer celebraron con abrazos y besos el fin de las restricciones de movilidad.
Cámara de comercio
También fue el caso de Aurora González, una mujer que ayer hacía cola en un establecimiento de fotografías en una calle del centro bien pertrechada con la mascarilla de rigor en estos tiempos. «Hoy me decidí a buscar las fotos de la nieta», comenta. Ayer fue además el día en que muchos abuelos y padres volvieron a poder jugar con los más pequeños en los parques infantiles.
Flashes que indican que, aunque despacio, la rueda ya gira.