Economía
Casi 12.000 autónomos no pagarán julio pero la mayoría perderá la ayuda por cese
Para cobrar los 670 euros deben haber cotizado 12 meses seguidos y acreditar el 75% de pérdidas en el tercer trimestre
Uno de cada tres autónomos de la provincia ha sufrido durante la pandemia serias dificultades para mantener su actividad más allá del Covid-19. El cierre de los negocios y el confinamiento de la población redujeron drásticamente sus ingresos, por encima del 75% en el caso de los 11.800 trabajadores por cuenta propia que cobraron durante el estado de alarma el cese de actividad, de apenas 670 euros.
La mayoría lo perderá a partir del próximo miércoles, día 1, a pesar de que el Consejo de Ministros aprobó este mismo viernes la prórroga de la prestación hasta el 30 de septiembre. También la de los Ertes, aunque patronal y sindicatos insisten en que serán necesarios al menos hasta final de año.
De momento, la Administración central mantiene como requisito ineludible para seguir cobrando el subsidio público que los autónomos justifiquen en este tercer trimestre, ya con los negocios abiertos, las mismas pérdidas que cuando estaban cerrados por decreto, es decir, del 75% como mínimo. Una parte muy importante del colectivo, que en la provincia representa a 36.000 personas, queda excluido.
La letra pequeña
No obstante, los que no puedan demostrar esa caída, pero hayan cobrado el cese de actividad los meses anteriores (11.800 en León), no pagarán la cuota de julio, mientras que en la de agosto y septiembre obtendrán una bonificación del 50%, lo que, según la Seguridad Social, supondrá un ahorro mínimo de más de 500 euros por contribuyente.
Para acceder al cese, compatible con la actividad siempre y cuando se cumplan todos los requisitos establecidos en el documento que ayer publicó el BOE, no será necesario esperar a que termine el trimestre. Podrán pedirla en cualquier momento, aunque después la administración competente verificará todos los datos.
Algo de liquidez
Igualmente, el BOE recoge ya las ayudas específicas para los autónomos de temporada, que habían quedado en tierra de nadie durante el confinamiento, a pesar de que son los más afectados por las restricciones que continuarán activas durante todo el verano en determinados ámbitos. En su caso, tendrán derecho a la prestación extraordinaria (del 70% de la base reguladora más la exoneración de las cotizaciones sociales) con efectos desde el 1 de junio hasta el 31 de octubre. Eso sí, deben acreditar que estaban dados de alta en el mismo periodo del año pasado y al menos durante cinco meses. Sus ingresos tampoco pueden superar los 23.275 euros en todo 2020. De esta medida se beneficiarán algunas de las más de mil familias que viven de la feria en la provincia de León. También las orquestas o los que dependen de las verbenas, entre otros sectores asociados, sobre todo, a la época estival y a la llegada de turistas.
En positivo
Desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), que preside Lorenzo Amor, representante del colectivo en las negociaciones que han mantenido con el Gobierno, defienden el acuerdo porque protege, principalmente, a los que «peor lo están pasando».
«Muchos aún no han podido abrir sus actividades y sus negocios y están pasando por grandes dificultades», recordó Amor, que considera «un gran paso» la ampliación de las prestaciones, que en toda España alcanzarán a 1,4 millones de personas, aunque sólo unos pocos tendrán acceso al cese.
Exención
Además de sufrir una caída drástica de la actividad, también se les exige que hayan cotizado durante doce meses de manera ininterrumpida, lo que igualmente reduce la nómina de potenciales beneficiarios de forma sensible.
Mientras tanto, las facturas siguen acumulándose en los cajones de miles de autónomos que desarrollan su profesión en la provincia y que pagan aún las consecuencias de la pandemia. La demanda continúa por los suelos. Tanto es así que desde ATA calculan que el 10% del colectivo tiene previsto echar el cierre antes de que arranque 2021.