El Gobierno autonómico en León (6 de 12)

La pandemia del coronavirus la ha convertido en la protagonista involuntaria indiscutible durante más de tres meses. La gestión de la consejera de Sanidad de Castilla y León en las residencias y en los hospitales no ha estado exenta de críticas e incluso de respuesta en los tribunales. Ahora, superada esta fase, el sistema sanitario se enfrenta a una reestructuración con la vista puesta en posibles rebrotes, actualización de tecnológica y sostenibilidad

1. La urgente reorganización para afrontar más de 1.100 jubilaciones en 4 años

El envejecimiento de la plantilla, con 1.100 jubilaciones previstas en cuatro años en la Comunidad, obliga a buscar soluciones contra el colapso sanitario, con especial incidencia en Atención Primaria, que debe asumir los cuidados a una población cada vez mayor y pluripatológica y los rebrotes del Covid. Nada menos que 258 de los 745 médicos y enfermeras superan ya los 60 años de edad en León, lo que implica que el 34% se jubilará antes de un lustro. Contabilizando a los mayores de 50 años, el porcentaje se eleva al 71%. El problema se agudiza en el caso de los médicos especialistas, con 132 facultativos de los 300 actuales (casi un 50%) a punto de retirarse y tasas de reposición bajísimas. En la franja de 30 a 39 años, sólo trabajan en la actualidad seis hombres (cuatro de ellos médicos y dos enfermeros). La feminización de la profesión, con un 100% en Pediatría de Área se nota en otras ramas. En Enfermería, el 87% de los puestos (299) lo desempeñan mujeres frente a 46 varones.

2. Ratios descompensadas con médicos saturados y otros con pocas cartillas

Todos los ambulatorios de León capital superan la ratio recomendada de asignar 1.300 pacientes a cada facultativo de familia. El caso más sangrante se produce en el centro de salud de El Crucero, donde cada médico posee de media un cupo de 1.504 cartillas.

Eras de Renueva (con 1.496 usuarios por profesional); La Palomera (con 1.485) y La Condesa (con 1.448) también destacan en la radiografía efectuada por el Observatorio del Sistema de Salud de Castilla y León. La situación es muy desigual en el conjunto de la provincia y de la Comunidad, con consultorios muy por debajo de la ratio aconsejada, como Riaño o Truchas, que se sitúan en las 229 y 242 cartillas por médico, frente a otros que lo superan ampliamente. Buscar un equilibrio para que los profesionales no pierdan competencias por exceso o defecto debería constituir un objetivo y reorganizar la carga de trabajo y las zonas asignadas para evitar que los médicos dancen más por las carreteras que vean pacientes.

3. Plan de infraestructuras y material para evitar desabastecimientos

El coronavirus ha demostrado que el sistema sanitario necesita disponer de más camas asistenciales, especialmente, en las Unidades de Cuidados Intensivos, además de suficiente material de protección y planes de reescalada sólidos ante posibles rebrotes. Poner en marcha los proyectos para ampliar las ucis de León y dotar a los almacenes de reservas estratégicas son claves para garantizar una atención ordenada y en buenas condiciones ante los futuros retos. La mejora de las Urgencias hospitalarias, puerta de entrada del 60% de los ingresos y eje fundamental para efectuar el triaje ya está en marcha tras dos años de retrasos para ganar casi 400 metros cuadrados en la zona de ambulancias, pero necesita continuidad con una segunda fase que remodele el interior y abra pasillos de circulación seguros y eficaces, además de individualizar los boxes para lograr mayor intimidad de los pacientes y menor contacto que evite los riesgos sanitarios que se han vivido.

4. Los consultorios rurales y la atención telefónica para evitar contagios

La Consejería de Sanidad ha insistido durante toda la pandemia por el coronavirus que no ha cerrado ningún consultorio rural. Sin embargo, las quejas de los habitantes de los pueblos dejan de manifiesto el descontento. La preferencia por la consulta telefónica para evitar desplazamientos a los centros de salud y los consultorios rurales para eludir contagios motivó una nueva organización de la atención médica y de enfermería sin la consulta presencial. La dificultad de diseñar dos zonas de atención, una para pacientes Covid y otra para no Covid retrasa la apertura (aunque la Consejería de Sanidad insista en que estos consultorios no están cerrados) de unos establecimientos a los que la gente mayor de los pueblos están acostumbrados. Ahora habrá que distanciar los accesos para posibles positivos de coronavirus y pacientes en general sin esas patologías. Esa distribución puede ser bien espacial, si el tamaño del centro lo permite, o bien horaria, para que no coincidan.

5. Un hospital dedicado  sólo a Covid dispara las esperas quirúrgicas

Durante el estado de alarma los hospitales de León y Bierzo reorganizaron toda su asistencia para acondicionar las instalaciones y poder atender a la avalancha de pacientes con problemas respiratorios derivados por el coronavirus. Los hospitales casi colapsaron en la provincia y para poder hacer frente a esta situación se suspendió toda la programación de consultas y operaciones quirúrgicas no urgentes. Para las urgentes se utilizaron los quirófanos de las clínicas privadas. Este parón asistencial que ha durado más de tres meses ha incrementado el número de pacientes y el tiempo de espera para una consulta para el especialista y para una operación programada. Traumatología será una de las especialidades más afectadas. La consejera Verónica Casado tendrá que decidir si aumenta el horario de los quirófanos, contrata a más personal o recurre una vez más a los conciertos con las clínicas y hospitales privados para reducir las esperas.

6. Hacen falta más camas UCI para soportar una segunda ola del virus

¿León y Bierzo tienen suficientes camas UCI para soportar una segunda oleada del virus?. El gerente del Hospital de León ha solicitado 16 puestos más de hospitalización de esta especialidad hasta los 36, pero dentro de una gran obra que no se acometerá hasta el año que viene. Las críticas no tardaron en llegar. El alcalde de León, José Antonio Diez, y el procurador leonesista López Sendino, pidieron a la Consejería de Sanidad que incrementara los puestos ucis en León ya este verano, ante una posible nueva ola del virus en otoño. El proyecto contempla la dotación de más camas y superar la ratio para su población de referencia. En los planes del gerente del Hospital de León está ubicar todas esas camas en los espacios que ahora ocupan el resto de unidades de críticos y los quirófanos. La consejera de Sanidad tendrá que responder mañana en la entrevista que publica este periódico qué previsiones tiene para el Hospital de León y el Bierzo.

7. El peregrinaje de las mujeres para abortar por lo público

La proposición no de ley impulsada en las Cortes de Castilla y León por el PSOE y refrendada por todos los grupos, excepto por Vox, para que todos los hospitales públicos de la Comunidad realicen interrupciones voluntarias del embarazo con arreglo a la ley ha puesto sobre la mesa, por enésima vez, el problema de las mujeres que tienen que peregrinar por la Comunidad si quieren abortar en un hospital público o hacerlo en un centro privado autorizado para IVE.

La consejera de Sanidad, que ya se había enfrentado a esta cuestión en febrero en el parlamento autonómico, tiene explicará si va a aplicar y cómo lo hará este mandato del legislativo. Hasta ahora, la objeción de conciencia de los médicos ha frenado lapuesta en marcha de este servicio en los hospitales públicos de la Comunidad, siendo tan solo los de Salamanca y Valladolid los que cuentan con la prestación.

Las mujeres de León son derivadas a Salamanca en caso de que quieran realizar la interrupción del embarazo en un centro público. La ley actual permite que las mujeres puedan decidir abortar hasta las 14 semanas sin necesidad de alegar más motivos, como sucedía en la anterior ley.

En la provincia de León en torno a medio millar de mujeres al año se someten a una interrupción voluntaria del embarazo. Las clínicas de interrupción voluntaria del embarazo se han mantenido abiertas como servicios esenciales durante la pandemia por decreto del Gobierno.8. 

8. La polémica de la coordinación con la Consejería de Familia en las residencias para atajar el Covid

 

 Castilla y León, y la provincia de León en particular, tiene una de las poblaciones más envejecidas de España. Y cuenta con un importante número de residencias de personas mayores que durante la pandemia se han convertido en puntos críticos de cpontagios y letalidad. En León más de 7.000 personas viven en los 179 centros acreditados como residencias de mayores. La Consejería de Sanidad tuvo que coordinarse con la Consejería de Familia para hacer frente al coronavirus. Ha sido uno de los asuntos con mayor repercusión en la opinión pública. La consejera tiene que aclarar en qué medida las personas fueron incluidas o no en los protocolos de atención sanitaria y qué dispositivos se pusieron en marcha para hacer frente a un problema que se focalizó, en el caso de León, en una treintena de residencias mientras que la gran mayoría han pasado la pandemia libres de Covid. Un total de 408 residentes en centros de mayores han fallecido con Covid confirmado (218) o con síntomas compatibles (190) en la provincia de León. En Castilla y León suman 2.579 muertes, con 795 óbitos en hospitales con PCR confirmada y 77 con síntomas compatibles.

9. Los sanitarios que rehusaron contratos temporales Covid

Los aplausos diarios al personal sanitario durante la pandemia han acompañado a los profesionales que han estado en primera línea de batalla contra el Covid-19. Arriesgaron su vida en condiciones incluso precarias, sobre todo en las primeras semanas por la escasez de epis. Las plantillas tuvieron que reforzarse con 3.686 contratos en Castilla y León, de ellos 556 en la provincia leonesa. Son los contratos Covid, que finalizaron el 31 de mayo. Muchas personas jóvenes y algunas llegadas incluso de otras comunidades autónomas decidieron sumarse a la lucha contra el coronavirus mientras que otras optaron, por diferentes motivos, por quedarse en casa. Las bolsas de empleo llegaron a agotar sus efectivos disponibles. Cuando una persona que se encuentra en estas listas rechaza una oferta de trabajo es penalizada con un año sin opción a contratación. La consejera de Sanidad tendrá que responder qué criterio se está siguiendo con las personas que dijeron no en el momento de ser llamadas para atender la emergencia sanitaria.

Por otro lado, se plantea hasta qué punto fueron aprovechadas todas las fuerzas. Desde el ámbito de la profesión veterinaria se ha echado en falta una mayor implicación en la lucha contra el Covid-19. En León, las presiones lograron que se habilitaria el Laboratorio Regional de Sanidad Animal para hacer PCR y la Facultad de Veterinaria fue pionera en la realización de estas pruebas moleculares en colaboración con la gerencia de Atención Primaria.

Sin embargo, habían pasado casi tres semanas desde el inicio de la pandemia cuando se hace operativo el programa con la Facultad de Veterinaria y más de un mes con la apertura del Laboratorio Pecuario para las PCR. El catedrático de la Unjversidad de León y miembro del comité de expertos del coronavirus del que ha estado rodeada la consejera durante la pandemia, Elías Rodríguez Ferri, ha señalado que la profesión veterinaria habría sido muy útil en los primeros momentos del Covid por su amplia experiencia en pandemias animales.

10. El papel de la telemedicina en la pospandemia

Las consultas telefónicas han sido el sustituto de la atención presencial durante la pandemia. La cuestión es si se ha convertido en una oportunidad para para desarrollar la telemedicina, con tecnología aplicada en Atención Primaria o un simple filtro telefónico para evitar consultas presenciales ante los riesgos en los centros sanitarios. La telemedicina ya tiene experiencias probadas de éxito en especialidades como dermatología y oftalmología pues en los últimos años se ha dotado a los médicos de familia y centros de salud de protocolos y tecnología básica para hacer pruebas que analizan los especialistas del hospital. En función de su resultado, los pacientes son derivados a una consulta presencial y otras pruebas, se aplica un tratamiento directamente o se descartan patologías. 

La complejidad del escenario postpandemia es que hay que garantizar las condiciones de seguridad en todos los centros de salud, lo que implica regular su acceso con cita previa, cribado telefónica y nuevas tecnologías. La otra cara es hasta dónde se puede prescindir de la consulta presencial para proporcionar una atención sanitaria de calidad y en igualdad de condiciones para las poblaciones urbanas y del medio rural, donde el cierre de consultorios es un problema que vienen arrastrando desde antes de la pandemia.

Desde 2014 ya existe en la Comunidad un servicio de atención telefónica para urgencias de Pediatría que atienden los servicios de emergencias. La implantación de un número específico para el coronavirus es la última versión que se ha hecho en la Comunidad de las diferentes experiencias de consultas online y telefónicas, que se iniciaron con carácter experimental en 21 centros de salud de la Comunidad.

La telemedicina ha llegado para quedarse es una de las frases que más se han pronunciado durante la pandemia. Falta saber ahora cómo y de qué manera se va a quedar en Castilla y León y si va a suponer una brecha o un punto de igualdad entre las áreas urbanas y rurales de la Comunidad.