El consistorio acelera la adjudicación de Ordoño para que haya obras en agosto

La primera intentona quedó abortada tras advertir los técnicos los errores en la tramitación. No pudo cerrarse el plazo de presentación de ofertas el 4 de junio, apenas medio mes después de que se aprobara la licitación en la junta de gobierno del 15 de mayo, y se tuvo que esperar hasta el último día del mes. Pero, en apenas seis días hábiles, ajustados al máximo a los periodos de anuncio anticipado que marca la normativa, el Ayuntamiento de León tiene ya las ofertas para la reurbanización de la avenida Ordoño II. La celeridad en el proceso impuesta por el equipo de gobierno municipal hará que los trabajos, que incluyen la intervención en el primer tramo de Alcázar de Toledo, puedan comenzar en agosto.

La intención de los rectores municipales se mantiene firme. Después del desgaste sufrido por las críticas del PP y Ciudadanos, así como de las asociaciones de comerciantes y colectivos contrarios a la reurbanización, el equipo de gobierno dirigido por el socialista José Antonio Diez quiere ejecutar el proyecto lo antes posible. El plan se ajusta al convencimiento de que, a medio y largo plazo, los ciudadanos aplaudirán la apuesta por la peatonalización total de la céntrica avenida, por la que ni siquiera pasará el transporte público, y su nueva imagen de calzada, al mismo nivel de las aceras, rematada con dibujos geométricos en colores verdes y marrones.

La programación avanza por ahora en la fase administrativa. Una vez que el 30 de junio se cerró la recepción de ofertas, el consistorio convocó para el día 2 de julio el acto de apertura de las plicas con los nombres de las empresas presentadas. Sobre la mesa se exhibieron las cuatro ofertas por Comercial Industrial de Áridos SA (Ciasa), Pracer Servicios y Obras SA, y las UTE formadas por Geoxa-Presa Ibáñez y Domingo Cueto-Excarbi. Apenas cuatro días después, con un fin de semana por medio, se anunció la presentación de los sobres con la propuesta técnica para la jornada del 8 de este mes.

Ahora, los técnicos municipales tienen que analizar las intervenciones técnicas planteadas por las empresas. En esos documentos se incluye el plazo de ejecución, fijado en cinco meses, pero abierto a la posibilidad de reducirlo para que incluso se terminaran los trabajos antes de final de año. Dentro de la valoración total, este aspecto se cifra con cinco puntos sobre cien. Otros veinte vendrán determinados por el plan de actuaciones, cuya nota emitirán los profesionales del consistorio.

La puntuación de cada empresa se hará pública en la próxima mesa de contratación. En este foro, a su vez, se abrirán las ofertas económicas. Todas las propuestas deben estar por debajo de los 480.278,86 euros, IVA incluido, del tipo máximo de licitación. El precio definirá 55 puntos del total evaluable, a los que se suman 10 más por la ampliación del porcentaje de control de calidad y otros tantos por el aumento de la garantía del acabado. La suma de los conceptos, que se espera que esté antes de final de mes, resolverá qué oferta resulta adjudicataria.