León desaparece del mapa
La pandemia desploma el turismo idiomático y pone en riesgo su crecimiento
León recibe al año unos 1.300 alumnos extranjeros. La ULE mantiene la enseñanza online para los cursos de español que ofrece durante el verano
No habrá este verano alumnos extranjeros por las calles de la ciudad. La emergencia sanitaria paraliza de momento el turismo idiomático, que atrae cada año a cerca de 1.300 estudiantes que eligen la provincia para aprender español.
Las clases presenciales se suspendieron bruscamente cuando se decretó el estado de alarma, aunque continuaron de forma online, y los cursos de verano que ofrece la Universidad se darán a través del aula virtual para evitar riesgos. Al menos hasta finales de agosto. «El Centro de Idiomas se ha adaptado a este formato de aprendizaje y a los nuevos horarios, compatibles con otros países, en un tiempo récord», explican desde la escuela, que solo en los meses de la temporada estival de 2019 recibió a 400 estudiantes, principalmente de Estados Unidos, uno de los países más golpeados por el Covid, aunque también vinieron de China, Japón, Francia, Italia o Rusia.
Principales países
Los efectos de esa hibernación, que durará hasta que se levanten todas las restricciones a la movilidad en Europa, que todavía afectan a terceros países, los notan ya las residencias universitarias, la hostelería, las agencias de viajes e, incluso, las familias que acogían en sus casas a este tipo de alumnado.
Aún así, el impacto en León es más suave que en el resto de los territorios. A la Comunidad llegan cada curso más de 50.000 extranjeros para aprender español, pero solo el 3% elige la provincia, que se sitúa por detrás de Salamanca, con 34.000 estudiantes, Segovia, Valladolid y Burgos, según datos de la Junta.
«Aquí lo hemos explotado muy poco. El año pasado tuve una chica de Japón y este año ninguna», revela Jorge Zapico, propietario de la Residencia Miguel de Unamuno, junto a la Catedral. En verano funciona también como un albergue, pero esta temporada apenas hay clientes por la «incertidumbre» que ha generado el Covid-19, aún activo.
Impacto
Ofrece cincuenta plazas. «Recibimos muchas preinscripciones, pero de momento no hay nada cerrado. Los padres tienen miedo porque no saben si las clases se van a poder reanudar de forma presencial en septiembre», aclara Zapico, que confía en que la situación mejore a partir del 22 de julio, una vez expire el plazo de revisión de la Ebau y las notas sean oficiales, pero tampoco lo tiene claro del todo.
«Hace falta confianza», añade el responsable de la residencia, que ha hecho una serie de inversiones para adaptar todo el recinto. «Solo en mamparas hemos gastado 1.500 euros», describe. Además ha puesto dos turnos de comedor y casi todas las habitaciones son individuales, «excepto tres dobles para las familias», matiza.
Optimismo
También perciben el daño en la hostelería, como advierte David Hunt, de la cervecería El Uno. «Se nota que hay mucha menos gente, sobre todo entre semana. Normalmente por esta zona se veían chavales extranjeros durante el verano, pero ahora apenas hay movimiento, aunque parece que esta semana ha ido algo mejor», apunta. La misma opinión vierte sobre el asunto el responsable de la heladería italiana Holy Cow, en la plaza Torres de Omaña. «No hay casi turistas de fuera», lamenta desde el otro lado del mostrador.
Tampoco está claro si volverán en octubre. León no tiene una red de escuelas homologada por el Instituto Cervantes y se prevé que baje notablemente la cifra de alumnos extranjeros el próximo año, sobre todo si se mantiene la amenaza del confinamiento en España. Salamanca, por ejemplo, cuenta con 27 academias acreditadas y Valladolid, con 21. La provincia, de momento, no sale en el mapa.
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Editorial | León pierde oportunidades en la explotación del turismo idiomático
Redacción