Un problema enquistado
La densidad del tráfico, sobre todo en hora punta, es un problema que arrastra la zona desde hace décadas. Más de 20.000 vehículos pasan cada día por este entorno y la intersección, que se convertirá en glorieta, regulada por semáforos, acaba con la paciencia de cualquier conductor. El actual cruce, en forma de medialuna, no es capaz de absorber el flujo de coches y los atascos son habituales, sobre todo para acceder hacia Trobajo del Camino, que con esta actuación abrirá una nueva vía de comunicación con el centro urbano de la capital.