Pulso con el Ayuntamiento
El rastro continúa en vía muerta y los vendedores urgen la mediación de Diez
Tampoco se celebrará el domingo ante el choque con el Ayuntamiento por el número de puestos
La avenida de Papalaguinda volverá a estar este domingo otra vez vacía de vendedores pregonando su mercancía. Los comerciantes ambulantes mantienen el pulso con el Ayuntamiento de León por su desacuerdo con el número de puestos a instalar y han decidido no celebrarlo una semana más en señal de protesta. Ahí, en el número de puestos a instalar para garantizar una distancia de seguridad adecuada, estriba la discrepancia con el consistorio leonés.
El equipo de gobierno pretendió inicialmente que solo pudiesen abrir un 30% de los cerca de 430 que funcionan normalmente un domingo cualquiera en esta zona. Los comerciantes rechazaron esa oferta de plano al considerar que con este porcentaje sólo podrían estar 128 puestos. «Eso no lo vamos aceptar de ninguna manera», ha subrayado siempre, Ricardo Torres, presidente de la Asociación de Comerciantes Ambulantes de León y así se lo hicieron saber al Ayuntamiento en las reuniones que mantuvieron con la concejala de Promoción Económica y Comercio, Susana Travesí, y representantes de la Policía Local para intentar llegar a un acuerdo. En la última reunión, la oferta municipal se amplió ligeramente, hasta alcanzar un 33% de los puestos, pero los titulares se mantuvieron en sus trece exigiendo un mínimo del 50% para dar su conformidad.
Así las cosas, la celebración de este popular mercadillo de los domingos sigue en vía muerta aunque ambas partes mantendrán el próximo lunes una nueva reunión para intentar desbloquear un conflicto que amenaza con enquistarse.
«Dependiendo de lo que salga esa reunión decidiremos la postura a seguir», indicó Torres que tampoco descarta movilizaciones para forzar al Ayuntamiento a moverse de ese 33% en que se plantaron. «Es algo inviable. como mínimo tiene que ser el 50%. Con solo 130 puestos escasos no vamos a ninguna parte. Con eso nos tocaría trabajar una vez cada tres o cuatro semanas y ahora no están las cosas para eso. La zona de Papalaguinda es un espacio amplio y ancho y no habría problemas sanitarios para que funcionen el 50% de los puestos, eso permitiría a todos aprovechar al menos dos domingos al mes».
«Nosotros —añadió— nos comprometemos a mantener la distancia que marca la ley porque nosotros somos los primeros interesados en que nadie se contagie y que nadie salga perjudicado». Ricardo Torres recordó en este sentido que en otras ciudades como Astorga, La Bañeza, Benavente o Medina de Rioseco el mercado está funcionando al cien por cien y en Guardo al 75%. «Y no hay problemas», sentenció. Conscientes de que las desavenencias en este asunto son serias, los vendedores ambulantes apremian la mediación del alcalde, José Antonio Diez, para intentar desbloquearlo. «Debería intervenir el alcalde en esa reunión y nosotros le vamos a pedir que esté allí porque estamos viendo que se están cerrando a buscar una solución que nos satisfaga a todos para volver a reabrir el rastro».