León acuchilla las sombras el día con más calor del año

¿Cómo podan los árboles en pleno mes de julio? La pregunta no la formula un erudito en biología ni en salud vegetal; procede de vecinos de las zonas de la ciudad a las que le ha llegado la podadora.

Una brigada de la concesionaria del mantenimiento de zonas verdes y jardines que le rebaja el follaje a la copa de los árboles ornamentales, que en esta época del año tienen la recurrente función de aportar sombra.

Sombra a la calle, a los viandantes, a las terrazas de los negocios de hostelería que han encontrado en las copas de los árboles un paraguas añadido con el que tratar de capear la crisis extrema de actividad que sucede a renglón seguido del confinamiento.

La poda extemporánea no se detienen en la ciudad. Ni en el día más caluroso del verano, el proceso dejó de cepillar sombras, que es la forma más objetiva de medir los efectos que tiene el rebaje de la hoja entre la ciudadanía.

Han avanzado por varias zonas de la ciudad, y esta semana le toca turno y vez a una de las áreas residenciales en las que la distribución urbana depende más del parapeto de los árboles; en sus largas avenidas y en sus calles transversales, siempre marcadas por una hilera interminable de árboles.

El zumbido de la máquina podadora tiene un estrago apocalíptico cuando se trata de acometer el corte en un mediodía estival, con el sol en la vertical del asfalto y los termómetros por encima de los treinta grados de temperatura.

Cada árbol intervenido significa una reducción del perímetro de sombra; y una reducción de la calidad de la sombra, que pierde intensidad y penumbra; y deja de ser un reclamo de bienestar para quien cobija en el paseo.

¿Cómo podan los árboles en el mes de julio? Es una inquietud vecinal y también una pregunta de trasfondo científico que reputados biólogos se han planteado en veranos anteriores; y que no aciertan a entender.

Por el proceso vegetativo de la planta, con la savia en plena circulación por el ramaje (alguno de los árboles que estallaban ayer bajo el rigor de la podadora están en plena fase de floración en esta época del año), resulta contraproducente la intervención.

Que es un fenómeno que se sucede verano tras verano, desde hace algunos años. Cómo podan los árboles en pleno estío es una intervención política de calado; la última formación en interpelar al departamento municipal responsable de la flora urbana y sus zonas verdes fue la Unión del Pueblo Leonés.

Hace unos días pidió sentido común en este trance. Sin mucho éxito, al parecer. Ayer, en pleno aviso por altas temperaturas, León perdió la sombra de otros ocho árboles. La paradoja de las podas en verano que no gustan a quienes padecen los efectos.