«El inventario parece hecho para que no se identifique la obra»
El documento que recoge la obra artística de Caja España está «bastante completo», con identificación y fotografías de obras que están repartidas por oficinas y almacenes, pero «existe un segundo inventario, el de la escritura de segregación, que parece que está hecho adrede para que no se identifiquen las obras». Obras que en su mayor parte Unicaja no ha dejado ver, cuya catalogación se complica por la diferencia de números de indentificación y la falta de fotos, y porque Caja Duero no facilitó ningún listado de sus propiedades.
Son algunas de las conclusiones del informe realizado por Juan Gómez Sanz, que fue conservador jefe de Botines entre 2017 y 2018, en el que refleja la imposibilidad de hacer un inventario correcto de la obra artística heredada por Fundos.
«El banco negaba tener un archivo con las obras, pero era evidente que lo tenía por los datos que ofrecían». En todo caso, la conclusión de su trabajo es que no existe un inventario formal y único de todo el patrimonio de Caja España Duero, y que es muy complejo identificar a muchas de las que están catalogadas.