La tabla del 30 para reinterpretar la cadencia de la circulación en la ciudad
Hay que remontarse a una decisión transitoria del segundo gobierno de Zapatero, cuando se rebajó el límite máximo de 120 a 110 por las autovías, y al recorte, más próximo, del pasado año a noventa kilómetros por hora en las vías convencionales, para encontrar una experiencia similar a esta que reduce la velocidad máxima en el interior de las ciudades a 30 kilómetros por hora. El nuevo ordenamiento expone a una barrera chocante en la periferia de la ciudad, cuando se trata de diferenciar una vía urbana y una interurbana por un poste de limitación de 30 por hora. En las últimas semanas se ha completado el nuevo mapa, en el que además de la señalización vertical convencional, destaca un mural cromático variado en los carriles reconvertidos a zona 20, preferente para el transporte público y las bicis.