Una inversión de 20 millones que está fuera del interés general
El ramal ferroviario al interior del polígono de Villadangos fue un compromiso institucional para acompañar la llegada de la siderúrgica NSR a este enclave industrial del alto páramo leonés. Acometer la estructura supone una inversión de 20 millones de euros. La apuesta para cerrar la brecha de Vestas y dar un nuevo ámbito de negocio a un territorio tan escaso de proyectos industriales como de perspectivas económicas y sociales.
El ramal ferroviario no figura en la lista de obras prioritarias a acometer en el entorno. Ni por la urgencia del proyecto ni por el contenido y el objetivo de la intervención, que trata de imprimir una nueva dimensión competitiva a los negocios establecidos en este enclave industrial. A su principal promotor, León Coated Solutions, que a través de su matriz Network Steel impuso este apéndice de comunicación como una de las condiciones necesarias para instalarse en el polígono del alto páramo; también el enlace por ferrocarril supondría un recurso estimable para otros negocios del sector de la distribución de alimentación o de complementos que trabajan desde este emplazamiento con el objetivo de abarcar comercialmente todo el área noroeste del país.
El ramal del ferrocarril a Villadangos no es un proyecto que forme parte de la red Red Ferroviaria de Interés General, tal y como quedó remarcado por parte del Ministerio de Industria al resolver meses atrás una pregunta del senador Antonio Silván, que se interesó en la Cámara Alta por los planes y avances de la reindustrialización de esta zona de León. Según el Gobierno, en la actualidad, el proyecto de construcción de este ramal depende ahora de la acción que impulse la empresa siderúrgica interesa en la ejecución de la estructura que de entrada al tren al polígono desde la vía ferroviario León-Vigo, además del interés que muestre la Junta de Castilla y León en la tramitación de un plan regional que permita ejecutar una derivación particular para el acceso a la red ferroviaria. La acción decidida en torno a este ramal deja fuera del foco de acción a Adif, ente competente y responsable en cualquier intervención que afecte a la red principal ferroviaria y, por tanto, al Ministerio de Transportes, del que depende directamente el administración de infraestructuras del ferrocarril. El ramal ferroviario daría una nueva dimensión de negocio a varias firmas que operan ya desde León.