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Enclave logístico

El éxito del polo siderúrgico de Villadangos urge hacer el enlace ferroviario al polígono

El muelle de carga que se emplea de forma transitoria desde junio no basta para desenvolver las mercancías

Área exterior de la factoría siderúrgica de Coated Solutions León, con el acopio de bobinas para la producción industrial. RAMIRO

León

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El avance en las conexiones ferroviarias de Villadangos para el acceso de mercancías es de primer orden; si se compara con la estructura precedente. Pero resulta deficiente para lo que requiere y exige una relación competitiva del polígono industrial, donde se localizan nuevos negocios que dependen esencialmente de un enclave logístico fluido.

Por eso el tren y la dotación intermodal del asentamiento, tal y como planteó la siderúrgica Network Steel entre las condiciones que puso para tratar de cubrir el hueco que dejó la fuga de Vestas de León. Por eso, el proyecto de ramal ferroviario hasta las entrañas del polígono, desde la vía León-Vigo, que ahora soporta una de las expectativas de mayor porvenir entra la maraña del ferrocarril que discurre por la provincia leonesa.

La solución transitoria se estrenó en junio, con la primera aportación de mercancía para el promotor León Coated Solutions, que está en vísperas de estrenar la producción comercial prevista en el polígono leonés, en el que ha imprimido un cambio de paso productivo y sectorial. De forma pareja, un cambio también en el estatus del emplazamiento, al incluir al tren como fórmula efectiva en las comunicaciones.

Mientras se acomete el prometido apéndice, la operación se resuelve con un muelle de mercancías habilitado junto a las vías, armado sobre una solera de hormigón, y operado por un apoyo de traslado del género a camiones góndolas que trasladan la mercancía hasta la novel factoría de Coated Solutions León. Así se desenvuelve el tren del acero que comunica de forma periódica desde hace dos meses el puerto de Gijón con la estación de Villadangos, que pone el interior del páramo leonés en la ruta acerial. Los operadores se percataron enseguida de los límites de precariedad a los que se enfrentaba en el proceso; la vía cinco de la playa de la estación de Villadangos no dispone de enganche a catenaria, por lo que condiciona de forma exagerada la maniobra de las locomotoras para el acceso hasta el muelle. Aquel contratiempo se resolvió con la inclusión de una nueva máquina para la tracción del tren del acero desde el puerto gijonés; se decidió realizar el trayecto con una locomotora diesel, que accede directamente a la vía habilitada como carga y descarga contra el muelle adaptado por exigencias del guión y la premura de las operaciones. Se gana tiempo en la operación a costa de reducir el tonelaje que se aporta en cada trayecto; de las ochocientas toneladas de bovinas de acero que pueden desenvolver las máquinas de tracción híbrida o eléctrica a casi la mitad de la carga, para afrontar con éxito el paso por la rampa de Pajares.

Los primeros pasos de la solución temporal al acceso de las mercancías de Villadangos al tren confirmaron la que la estructura no puede dilatarse en el tiempo si se quiere atender a las competitividad del enclave.