Urbanismo
La obra de Ordoño desplaza desde mañana cuatro líneas del bus urbano
El corte total del tráfico marca el inicio de 3 meses de intervención para peatonalizar la calle
Ordoño II se prepara para su próxima vida como paradigma de la transformación en zona peatonal del centro de la capital leonesa.
En ese tránsito, la principal arteria de León dejará de filtrar desde mañana mismo el paso del tráfico que admitía con restricciones desde hace un año; aquel de transporte público o de asistencia. La primera corrección a la que obliga la obra para convertir el firme de la calle en una plataforma uniforme adecuada al viandante será el desvío de las líneas de autobús, que en su tramo final, atravesaban esta vía para completar el recorrido en el centro urbano. Efecto significativo, tiene para los autobuses que realizan las conexiones con el área metropolitana de León, que en su mayoría incluían en este tramo de ciudad las paradas más céntricas, y también las más reclamadas por los usuarios, entre un pasaje que se desplaza desde más allá del extrarradio de la ciudad con interés por llegar al centro.
Por Ordoño II buscarán hoy por ultima vez la parada de destino los vehículos del transporte metropolitano que proceden de San Andrés del Rabanedo, de Trobajo del Camino de Valverde de la Virgen. Hay efectos también para los autobuses urbanos, que en cuatro de sus líneas de transporte regular de viajeros se verán afectados por la supresión del paso y las dos paradas en este vial: se trata de las conexiones circulares que efectúan los autobuses que cubren las líneas, 1, 3, 4 y 10. La incidencia está señalizada en las marquesinas; también la alternativa para acceder a ese medio de transporte por parte de oos usuarios, que tendrán en la avenida de Roma, la plaza de la Inmaculada, Santo Domingo o la avenida de la República Argentina los puntos más próximos para acceder a este medio de locomoción que desde mañana dejará de transitar a través de Ordoño II.
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El cambio de piel de esta avenida comenzará a recibir ya la estructura para asegurar el área de intervención; en su primera fase de, se vallará el trazado entre la confluencia con la plaza de Guzmán y la calle Juan Lorenzo Segura.
Y así, bajo esa progresión de avance, se aplicará el modelo de movilidad con el resto de calles que confluyen en la arteria principal. Todas ellas se van a convertir en fondo de saco para permitir su acceso a los vecinos, o a vehículos comerciales o de otro tipo que requieran de esa maniobra. Todas habilitaran como único acceso el punto contrario a la confluencia con Ordoño II. La excepción será Alfonso V, que mantendrá la función de salida de parte del tráfico del centro hacia los viales que conducen al sureste de la ciudad, a través de Gil y Carrasco. La intervención en Ordoño II se va a prolongar durante los tres próximos meses; el resultado, además de ese remate de color sobre el piso que ha sido pasto de polémica y debate, entre detractores y defensores de la solución, resultará una plataforma uniforme, sin pliegues ni obstáculos para el caminante. La calzada tradicional da paso a un soporte que es tendencia en las principales capitales europeas. Más peatones y menos vehículos. Y, entre tanto, obras sobre el escenario.