Feve estudia poner un bus eléctrico provisional por la vía desde La Asunción hasta el centro
El proyecto, hasta que se apruebe el reglamento de vuelta del tren, daría servicio urbano de manera ininterrumpida
El viernes se cumplen nueve años del último tren. Desde entonces, cuando al atardecer del 18 de septiembre de 2011 se fue el último con dirección a Cistierna, ninguno más a vuelto a entrar hasta la estación de Padre Isla. El tope queda en La Asunción,la parada que se ha convertido en fin de línea. Entre los dos puntos los viajeros se transbordan en autobús por las calles de la ciudad: un proceso que, unido a las deficiencias del servicio por la falta de maquinistas, la maquinaria obsoleta y los retrasos, ha vaciado los convoyes hasta conseguir que dos de cada tres viajeros de los que utilizaban el servicio se hayan bajado para no volver a subir. La herida sigue sin fecha de cierre. Pero ahora, mientras se tramita la redacción del reglamento que permita la entrada de los vehículos tranviarios en el tramo urbano, la dirección de Feve estudia implantar de forma transitoria un autobús eléctrico que cubra el trayecto que separa las dos paradas con un autobús eléctrico que circule por la misma traza ferroviaria por la que se espera que retornen los trenes perdidos.
El proyecto está ya sobre la mesa de los responsable de Renfe Operadora. La dirección de la compañía estatal, integrada dentro del grupo del Ministerio de Movilidad y Agenda Urbana, sopesa poner en funcionamiento los autobuses eléctricos para mejorar un servicio que en la actualidad incrementa entre 15 y 20 minutos el viaje: el tiempo que lleva tener que cruzar por las calles del centro para ir de La Asunción a Padre Isla.
Los nuevos vehículos prescindirían de este inconveniente. Con la urbanización de la traza finalizada desde hace dos años y medio, los buses eléctricos atravesarían los 2,5 kilómetros sin otro obstáculo que la regulación del semáforo del cruce de la plaza de Juan de Austria, junto a la iglesia de Las Ventas. Ya están colocados, pero su encendido depende de que el Ayuntamiento de León acepte y se pacten las condiciones con las que el vehículo transitará para transportar a los viajeros sin salirse de este carril reservado que, hasta el momento, se ha abierto en precario, sin que las obras se entreguen de manera oficial, y que los vecinos han tomado como espacio de paseo.
La propuesta se plantea no sólo como solución para los viajeros de Feve que van a la estación para montarse en el tren, en dirección a la montaña leonesa, o para que lleguen hasta la terminal de Padre Isla que ahora tienen que bajarse de los convoyes en La Asunción. El plan en el que trabajan los responsables de Renfe propone que el autobús eléctrico funcione de manera ininterrumpida. Al margen de los horarios de los trenes de vía estrecha, su puesta en marcha serviría para dar un servicio urbano con el que unir el centro de la ciudad con el entorno del campus universitario de Vegazana.
La regulación se presenta además como oportunidad para dar operatividad a las paradas que se han construido y que todavía esperan su estreno, a pesar de que llevan desde comienzos de 2018 terminadas. El documento técnico establece que los viajeros podrían parar entre la antigua de Hospitales y la calle Puerta Pando; en Las Ventas, justo detrás de la iglesia; y en el parque de San Mamés. En todas ellas, se piensa en abrir los armarios e instalar las taquillas de venta electrónica de billetes para probar su uso.
La decisión depende ahora de la voluntad política. La entrada en funcionamiento no ocasionaría un cambio significativo con la empresa Alsa, con la que se mantiene un contrato que ronda los 300.000 euros anuales para el transporte por autobús. La empresa asumiría el encargo con un modelo que ya opera en otras ciudades y que se ha ofrecido a los responsables de Renfe. Si al final la decisión es afirmativa, su estreno no llevaría apenas tiempo de adaptación y podría producirse incluso este otoño. Aunque mientras queda sin fecha el fin de la tramitación del reglamento, pendiente de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, que devuelva los trenes al centro.