Primaria renueva los 40 contratos del verano e incorpora este mes a 14 médicos de Familia

Los 40 enfermeros contratados de forma temporal para suplir las bajas, las vacaciones y las contingencias que surgieran en los ambulatorios, centros de salud y consultorios en la época estival verán prorrogados sus contratos hasta el 31 de enero, según se expuso ayer en una reunión con la dirección de Enfermería de Atención Primaria.

Con una bolsa a cero, Primaria intenta estabilizar la plantilla actual ya que necesita todas las manos posibles para cubrir las necesidades sanitarias habituales más la escalada del covid y el nuevo papel de rastreadores. La carga de tareas que ha depositado el Gobierno sobre las espaldas de este primer eslabón sanitario para el control de la pandemia está poniendo al límite una estructura vital en la atención a los pacientes.

Junto a esas enfermeras que se quedan hasta el próximo año, también se incorporarán este mes catorce médicos de Familia que aprobaron la Oferta Pública de Empleo de 2018, según confirmó la gerencia. Además, la «mega OPE» anunciada por Sacyl para 41 categorías de licenciados especialistas y que dispondrá de 1.172 plazas aprobadas en diversos tiempos (a las que se suman las vacantes pendientes en 2018 y 2019) se celebrará el 7 de marzo de 2021. Las especialidades de Urgencias y Emergencias podrían examinarse un día antes, el 6 de marzo.

Los propios facultativos fueron quienes pidieron a la Consejería de Sanidad su retraso hasta 2021 porque la pandemia no les dejó preparar el examen.

Reordenar Urgencias

Según un reciente estudio de la Agrupación de Profesionales de Área de Castilla y León (Ameacyl) en colaboración con la Federación Nacional de Médicos y Enfermeros de Atención Continuada (Femeac), la reciente pandemia ha acentuado aún más la crítica situación que atravesaba este nivel asistencial, en el que una plantilla reducida de profesionales con jornadas ajustadas al máximo de horas extraordinarias (complementarias) o incluso superándolas de forma voluntaria, «ha generado innumerables dificultades para la cobertura de sustituciones y para la contratación de nuevos profesionales, conduciendo a un sistema organizativo menos productivo de lo que cabría esperar por la formación y experiencia del personal con el que cuenta, así como de la inversión económica de la que está dotado».

Creen que a través de la reordenación del personal de Urgencias de los centros de salud se mejoraría la calidad de la asistencia, las listas de espera, el seguimiento de los pacientes y la conciliación de los profesionales, optimizando el sistema, que genera a la Consejería de Sanidad un sobrecoste estimado entre 56 y 65 millones de euros al año.

Es más, proponen crear un cuerpo específico de Urgencias que dé estabilidad y evite «los constantes cambios de turno».