El Equipo Covid gestiona un centenar de alertas diarias en los centros educativos

No se habían cumplido tres días del inicio del curso escolar cuando ya fueron confinadas las dos primeras aulas en la provincia después de que se alertara de dos positivos.

En ese mismo instante, se activaron todos los protocolos previstos, comenzando por el coordinador designado por cada centro educativo, ya sea colegio o instituto, que llevan a cabo las primeras acciones y se ponen en contacto con el equipo coordinador a nivel provincial integrado por responsables de Sanidad y de Educación.

Este Equipo Covid gestiona al día un centenar de alertas y consultas que van surgiendo en los 260 centros educativos —tanto públicos como concertados— que salpican la provincia de León y a los que asisten a diario 56.879 alumnos este curso, desde el segundo ciclo de Educación Infantil hasta los institutos, tanto de ESO y Bachillerato como de Formación Profesional o Artes.

Con ellos, más de cinco mil docentes y personal de administración y servicios. Una gran comunidad educativa que ha visto afectada este curso su organización habitual, su forma de trabajar y sus relaciones como consecuencia de la pandemia.

«Ante una duda, los coordinadores covid de los colegios avisan y consultan, de este modo se les dice cómo actuar, para que los profesores no tomen decisiones que no les competen», explica el responsable de Atención Primaria de León, José Pedro Fernández, junto con el secretario técnico de la Dirección Provincial de Educación de León, Alonso Santos Pérez, quienes lideran el equipo covid provincial.

Eso sí, advierten, «ante cualquier duda, siempre se deben tomar las medidas más restrictivas», a fin de que el virus no se expanda entre la comunidad educativa, porque como añaden, «un tercio de la población leonesa está afectada por los colegios», haciendo referencia a los padres o los abuelos que conviven o se relacionan no sólo con los estudiantes, también con el resto de los integrantes de los centros.

Información y rapidez

Fernández y Santos inciden en que es «fundamental» tomar la temperatura antes de comenzar la jornada lectiva y añaden: «Cada centro y cada caso es necesario analizarlo individualmente, porque existen muchas variables», por este motivo.

Un caso singular fue el ocurrido la pasada semana en Caboalles de Abajo, donde en menos de 48 horas se confinaron dos aulas.

Primero la de los ocho alumnos de quinto y sexto de Primaria, donde surgió un caso, y que a pesar de ser un grupo donde no hay contactos estrechos —es decir, los estudiantes guardan la distancia y usan mascarilla— se decidió confinar a toda la clase porque los pequeños tenían relación fuera del aula al ser una localidad pequeña, donde no se pueden controlar esas variables.

Así, se determinó, aunque no es habitual en ese nivel educativo, que los ocho alumnos dejaran de acudir a clase y se sometieran a la PCR.

El responsable de Atención Primaria concreta que «se ha aprendido mucho» de cómo afecta el coronavirus en las residencias de ancianos, por lo que «la información y la velocidad» a la hora de tomar decisiones en cada caso son fundamentales. Por este motivo, la tecnología se ha convertido en un gran aliado. Un correo electrónico constantemente activo y un grupo de whatsapp, integrado por los miembros del equipo covid provincial «sirve para estar en alerta las 24 horas del día y los siete días de la semana», ya que hay familias que descubren un positivo durante el fin de semana. «A día de hoy ya está toda la organización engranada y un responsable está siempre de guardia», precisa Santos.

La estructura del equipo organizado por Sanidad y Educación está integrada por un técnico de Riesgos Laborales, dos inspectoras de Educación y dos auxiliares administrativos, junto con los coordinadores José Pedro Fernández y Alonso Santos Pérez. A ellos se suman los miembros que integran en cada una de las instituciones sus grupos correspondientes, como un jefe médico y otro de enfermería, en el caso de Sanidad, o un asesor de programas educativos en el caso de Educación. «Es una estructura dinámica y con capacidad de crecer», señalan ambos en relación a la posibilidad de ir adaptándolo a las circunstancias y necesidades. Además, cada colegio e instituto cuenta con un coordinador covid, que es el encargado de poner en conocimiento del equipo provincial cualquier cuestión relevante que suceda en su centro. El correo con la alerta llega a Educación y de ahí pasa a Sanidad, para después tomar una decisión conjunta sobre si se confina el aula o no o se considera necesario hacer las PCR.

Responsabilidad paternal

El equipo covid también se han encontrado con alguna traba, como los documentos que se exige firmar a las familias para que la información de cada caso que se considera fundamental pueda ser tratada por los responsables para la toma de decisiones. «Hay padres que se han negado a dar los datos y eso resta celeridad al proceso», señalan desde Educación y Sanidad, a la vez que invitan a los progenitores a que alerten a los centros de por qué su hijo no ha podido ir al colegio o instituto, ya que en caso de que se detecte que falta un alumno, ya se activa el protocolo y se llama a la familia para saber qué síntomas tiene por si es necesario, en función del nivel, aislar o no el aula con los compañeros del alumno contagiado.

La infraestructura familiar se complica en el momento que se impone el confinamiento porque en la clase de un niño hay un positivo. De momento, el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, señaló recientemente que el Gobierno se ha «dado un tiempo» para evaluar si los padres de niños que sin ser positivo tienen que guardar cuarentena por haber estado en contacto con algún contagiado puedan tener una baja laboral. «Hemos abierto un diálogo para recabar con agentes sociales cuál es la mejor forma y nos hemos dado un tiempo para evaluar la situación después de la apertura de los colegio y en eso estamos», apuntó Escrivá, después de que desde el Gobierno se hubiera anunciado que se estudiaban cambios normativos para que las prestaciones de la incapacidad temporal por contingencias profesionales dieran cobertura a los padres que deban cuidar a sus hijos en cuarentena.

Exigencias

Desde distintos colectivos reclaman al Gobierno la necesidad de proteger con una prestación o baja remunerada a los padres que deban cuidar a sus hijos que, aunque no estén infectados, sean enviados a casa en cuarentena.

Por otra parte, desde la Junta de Castilla y León sí ha articulado unas ayudas para que los padres con niños menores de 12 años que tengan que estar en cuarentena puedan solicitar un importe para contratar a un cuidador en el caso de que ellos, por motivos laborales no puedan hacerlo.