Los damnificados por la fuga de agua en la Variante exigen la restauración total de daños

Lacerta y la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores se mantienen como referencia en la lucha por restañar los daños hidrológico que ha causado a la zona norte de León la construcción de los túneles ferroviarios de la Variante de Pajares. Por su iniciativa y empeño se abrió un procedimiento administrativo que sigue su curso, y con el que pretenden que la administración central y el Adif asuman sus responsabilidades y actúen para restañar los efectos que las horadadoras de las galerías causaron en los acuíferos, una brecha por la que escapa al año una cantidad de agua equivalente al 40% de la cabida del embalse de Casares. Una cifra cuantiosa. «Doce mil millones de litros», corrigen los afectados frente a la mucho más modesta de 12 millones de litros, que se apreció en una intervención reciente en el hemiciclo de las Cortes de Valladolid, donde se debatió hace dos días sobre el efecto que esta catástrofe ambiental tiene para la cuenca alta del Bernesga.

Lacerta y la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores mantiene la luz de esperanza que le queda a esta zona para ver recompensada por tantos años de fuga de agua hacia Asturias, que es posible porque en 2017 inició ante el Ministerio de Medio Ambiente un procedimiento administrativo para tratar de que se modificara la Declaración de Impacto Ambiental que tuteló la intervención en la Variante. Sin ayuda de otras administraciones superiores, ni ayuntamientos, Diputación o Junta, se mantiene el pulso y la presencia. «Nuestro objetivo es llegar a que se restañe el daño causado, igual que en otras catástrofes, la reparación integral» resume y reivindica sobre la acción Carlos González Antón, representante legal de las asociaciones litigantes.

Con el agua que se desvía por las fugas de los túneles bastaría para dar suministro a la ciudad de Oviedo durante un año. «Restaurar el daño, que el agua vuelva al territorio que la ha perdido afectado por daños económicos y ambientales cuantiosos, a la ganadería, a los montes, a los pueblos», recuerda González Antón en torno a las medidas correctoras. Restaurar el daño en toda su extensión: «Si es preciso que se bombee el agua de vuelta, si tienen que construir micro lagunas para sujetar las fugas, lo que sea preciso», extiende el abogado.