Los jóvenes leoneses necesitan al menos 1.024 euros al mes para emanciparse

Más de mil euros netos al mes. Casi 13.000 en todo el año. Ese es el umbral mínimo de ingresos que debe rebasar un joven de la provincia para poder acceder a una vivienda en régimen de alquiler, propiedad o compartida. Dedicará un tercio del salario. Exactamente el 31,2% cuando se firma una hipoteca. Si se arrienda, ese gasto se dispara hasta el 48,4% de la nómina.

León es la provincia más asequible de la Comunidad en términos absolutos, junto con Zamora y Ávila, según recoge el informe publicado ayer por el Observatorio de Emancipación en relación al segundo semestre de 2019.

De él se desprende que un leonés de entre 16 y 29 años necesita al menos 1.024 euros mensuales para adquirir una vivienda libre. Son 12.287,98 euros al año. Sólo en Ávila, con 11.267,73, y en Zamora, con 11.730,08, se requiere menos liquidez. El coste de acceso a la propiedad también es de los más bajos. Se sitúa en los 87.449 euros, frente a los 125.189 de Valladolid o los 111.800 de Burgos, que aparecen en el otro extremo.

En cuanto a los datos autonómicos, la presidenta del Consejo de la Juventud en la Comunidad, Sandra Ámez, afirmó ayer que sólo en el curso anterior se fueron 2.700 talentos jóvenes por la precariedad laboral. «Únicamente siete de cada diez tienen un contrato indefinido», lamentó.

En este sentido, apuntó que la emancipación de los jóvenes creció hasta el 16,9%, aún por debajo de la media nacional, que se sitúa en el 18,9 y en un nivel inferior que hace diez años, cuando esa tasa superaba el veinte por ciento. Además, son las mujeres las que se independizan más rápido, aunque se suelen apoyar en terceras personas (pareja, amigos o familia).

También destaca el elevado nivel de formación de los jóvenes de Castilla y León, ya que «más de la mitad de la población, el 51,1%, sigue estudiando tras haber alcanzado una formación». Aquí también son las mujeres las que tienen un nivel superior de estudios, el 43,2 frente a más del 30 por ciento de los hombres. Aunque a priori podría ser algo positivo, la presidenta del Consejo de la Juventud explicó en este punto que la sobrecualificación no hace que se tenga un salario acorde con la labor desarrollada y las féminas se exponen a la subocupación.

Además, la población joven registraba exactamente la misma tasa de empleo que se daba en el conjunto de España, un 41,1%. En cuanto a términos de pobreza y exclusión social, entre 2018 y 2019 la proporción de personas jóvenes trabajadoras que son pobres en Castilla y León aumentó hasta situarse en el 13,2%, siendo el salario mensual neto que percibía una persona joven de apenas 891,55 euros al mes, inferior a la media estatal. Por último, comprar o alquilar siempre comportaría rebasar el umbral del 30 por ciento de endeudamiento inicial, es decir, el 58,3 de media en el alquiler y el 41 en la propiedad.