El Plan de Choque Social llega a León para defender los servicios públicos

El Plan de Choque Social de Castilla y León, corriente de amplio espectro que nace con la voluntad de agrupar a organizaciones y colectivos que sintonicen con la idea de que las consecuencias de la crisis sanitaria y económica que vivimos en estos momentos «no pueden pagarla las clases populares», hizo escala ayer en León para hacer su presentación oficial. De la mano de los tres colectivos que han cogido de momento esta bandera —Ecologistas en Acción, Stele y CGT— este movimiento eligió la plaza de Don Gutierre para darse a conocer y reclamar nuevas adhesiones.

Jesús Albarrán, portavoz en León del Plan de Choque dijo que lo respaldan a nivel nacional más de 600 organizaciones y explicó que acentúa todo lo social porque las salidas que se están buscando a la crisis ponen todo el peso en las clases populares y en la población más precarizada. «Por eso —significó— lo que nosotros planteamos son un análisis y unas propuestas de salida diferentes a nivel social, ecológico, económico y político».

Las tres organizaciones que sustentan esta iniciativa en León defendieron en la presentación la necesidad de unificar todas las luchas que ha provocado la pandemia en una movilización única que reivindique al menos ocho puntos básicos. El primero sería la defensa a ultranza de los servicios públicos amenazados por las políticas de privatizaciones en ámbitos como la Sanidad, Educación, Servicios Sociales, residencias o energía.

También pusieron el acento en «la derogación del artículo 135 de la Constitución sobre estabilidad presupuestaria y el impago de la legítima deuda pública creada por la gran banca y la Unión Europea» así como en la devolución íntegra de los rescates a la banca y la recuperación de las subvenciones a las grandes empresas y multinacionales.

Vivienda y pensiones

Además reclamaron un ingreso incondicional y suficiente para todas las personas atendiendo a su situación económica, vivienda por derecho y unas pensiones dignas para todos «con un mínimo de 1084 euros y blindadas por la Constitución». Una salida a la crisis desde perspectivas de justicia social, ecológicas y feministas, fueron otras propuestas que esbozaron en su presentación.

«En definitiva la economía debe estar al servicio de las personas. Exigimos un nuevo modelo de sociedad justo, igualitario y respetuoso con la naturaleza donde las personas y sus necesidades básicas sean lo primero», concluyó Álbarrán, que subrayó que el Plan de Choque es un movimiento abierto al debate y a más propuestas.