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León reflota su buque insignia

Paradores reabre hoy San Marcos con el compromiso de ampliarlo, pero sin fecha

El Hostal ya tiene reservadas trece de las 51 habitaciones con las que arrancará siguiendo el protocolo anticovid

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M.R. / L.U./ Á.C.
León

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Sí, pero. La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, reiteró ayer el compromiso del Gobierno con la ampliación en una segunda fase del Parador de San Marcos, pero evitó garantizar que su inicio se ejecute durante la presente legislatura y lo condicionó a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.

«El compromiso del Gobierno es desarrollar la segunda fase del Parador. Ahora mismo estamos evaluando no solo el proyecto original, sino varios más», subrayó durante su visita al Parador que abre hoy al público después de tres años cerrado por obras y con una ocupación de casi un tercio de su capacidad sometida a restrictivos protocolos anticovid. «Lo que sí puedo garantizar es que hay un compromiso como el que hice de abrir la primera fase en 2020 y lo vamos a poder cumplir para disfrutar de toda la envergadura que este parador tenía», añadió.

La cafetería tiene 217 m2 bajo el mural de Lucio Muñoz y está abierta a todo el público.

Sin embargo, a la pregunta de los periodistas en cuanto a fechas, la titular del ministerio respondió con una evasiva: «Estoy convencida de que si podemos contar con esos presupuestos generales que reservan 1.300 millones para el sector turístico, una gran parte irá a patrimonio, entre éste a Paradores».

Los 33 cuadros de Vela Zanetti se han concentrado en zonas comunes.

Maroto pronunció estas palabras en el claustro del remozado Parador que se ha convertido en un paseo por su propia historia. El edificio de siete siglos ha sido campo de concentración, vivienda de Mendizábal, casa de misioneros de ultramar, parada de peregrinos, convento... Y sus piedras siguen custodiando la singular historia de esta joya del plateresco.

500 obras de arte

Con categoría 5 estrellas Gran Lujo, el Parador ofrece desde hoy un museo de 9.400 m

El Parador abrirá de nuevo sus puertas después de tres años de reforma integral con su plantilla de 76 trabajadores. Lo hará con categoría 5 estrellas y 51 habitaciones, de las que ya han sido reservadas las primeras trece, según informó el director del monumento, Alberto San Sebastián, durante un recorrido para medios realizado por turnos.

No poder utilizar viejas puertas porque no pasan el certificado antiincendios las convierte en cabeceros.

La idea central de la rehabilitación ha sido recuperar la volumetría original de un edificio que giraba en torno a un patio. Ahora, este área se ha convertido en el corazón del edificio, con un mural de Lucio Muñoz elevado a 16 metros de altura y que otea el nuevo espacio de la cafetería en un atrio excepcional.

Para diletantes

La escalinata ha cambiado copias de cuadros señoriales por piezas de arte flamenco

La sala, de 410 metros cuadrados, estará disponible desde mañana viernes para cualquier ciudadano bajo las restricciones sanitarias que imponen un aforo máximo del 33%, igual que lo estaba anteriormente, si bien la estética nada tiene que ver con la anterior barra que se ubicaba en el acceso izquierdo del edificio.

Alberto San Sebastián, director de San Marcos, posa junto a la obra de José Caballero.

Este atrio interior recuperado como núcleo de la parte histórica de San Marcos corona la reforma del edificio y da paso a los diferentes espacios que albergan 500 obras de arte, entre ellas valiosas joyas pictóricas firmadas por Lucio Muñoz, por su mujer Amalia Avia, por Antonio López o Vela Zanetti, entre otros. De hecho, una de las exigencias del plan artístico de San Marcos fue la de respetar el deseo de Vela Zanetti de que sus 33 cuadros, donados a la ciudad, nunca salieran de aquí.

La recepción conserva el muro del San Marcos original, que se puede ver musealizado (s. XI).

Durante todo el tiempo del cierre se ha aprovechado para restaurar muchas de estas obras, que son el hilo conductor del remozado interior del Parador. Se han colocado en zonas comunes para que puedan ser disfrutadas tanto por clientes como por visitantes. Este discurso expositivo es coherente y musealiza las obras para componer un conjunto ecléctico que elimina la decadencia que envolvía a San Marcos en sus últimos años. El conjunto de piezas que luce el Hostal se ha completado con más de sesenta obras que se exhibían en otros paradores, caso de firmas como las de Pancho Cossío, Juan Barjola, Gloria Merino y Juana Francés, entre otros.

Lujo español

El diseño mantiene un espíritu innovador que contrasta lo histórico y lo contemporáneo

La escalinata sigue siendo la pieza central del Parador. Obras flamencas sustituyen las gigantescas copias de cuadros señoriales, con relieves y pinturas que engrandecen el recibidor principal del ‘nuevo’ Parador. El Hostal exhibe además un conjunto diverso de obras de la colección antigua que intenta reflejar el espíritu de las piezas preferidas por la Orden de Santiago. Destaca, sobre todo, la figura del escultor Juan de Juni, del que se conservan en piedra el relieve del Descendimiento y el altar de El Nacimiento de Cristo, una obra maestra del Renacimiento español, que se encuentra en el claustro.

El restaurante de carta tiene como decoración vajillas de Jiménez de Jamuz, al fondo.

Desde la perspectiva hotelera, San Marcos abre al público 51 habitaciones de las que 33 son dobles estándar, dos adaptadas a clientes con necesidades especiales, nueve superiores, cinco junior suite y dos suites, así como tres salones para eventos y banquetes: Quevedo, Juni y Doncel; sus nombres se mantienen.

Compras locales

Los plaids son de Val de San Lorenzo, las piezas de barro, de Jiménez de Jamuz, y las flores de Ijar

La decoración del conjunto está centrada en el confort y el lujo español, sin estridencias pero con materiales de calidad. El diseño mantiene el espíritu innovador de Paradores en un delicado contraste entre lo histórico y lo contemporáneo. Se ha contado con productores locales para las habitaciones, donde los plaids son mantas artesanales de Val de San Lorenzo.

Maroto, López, Diez, Suárez-Quiñones e Izquierdo posan junto a parte de la plantilla. FERNANDO OTERO

Y para el comedor de desayunos —hay uno segundo para carta— se encuentra un mueble platero compuesto por piezas de barro de Jiménez de Jamuz. Los arreglos florales se han encargado a la floristería de León María José Ijar. En general, la paleta de colores elegida es neutra y si algo hay que destacar del primer paseo por el Parador es la coherencia entre lo histórico y la nueva reforma.

El director de San Marcos, Alberto San Sebastián, sostiene que la apertura del Parador es un «hecho de alegría» para la ciudad tras haberse cerrado en 2017 para ejecutar la primera fase de las obras (15 M€); sólo queda pendiente la segunda.