El Hospital recibe los primeros 4 millones del plan para renovar aparatos y mobiliario

La Junta ha contestado con casi cuatro millones de euros a la aspiración del Hospital de León por situarse al nivel tecnológico que le corresponde dentro de la Comunidad. En concreto, el Ejecutivo autonómico acaba de anticipar 2,9 millones de euros de los 12 pedidos por el Complejo Asistencial que permitirán renovar ya dos salas de rayos X, otra de hemodinámica, una bomba extracorpórea para cirugía cardíaca y adquirir un telemando de radiología, según confirman fuentes de la Gerencia.

El anticipo económico hace posible poner en marcha el expediente de contratación, cuya tramitación suele prolongarse durante ocho meses, para que el nuevo mobiliario y los aparatos puedan estar en funcionamiento en 2021. En concreto, la modernización afecta a la sala 18 de radiología, que «ya estaba obsoleta», indican, y que ahora se actualizará. El otro habitáculo que se renueva e incorporará nueva maquinaria se destinará a pacientes covid y servirá para mejorar con ello los circuitos que separan a estos enfermos de los del resto de patologías.

El coronavirus ha puesto de manifiesto que los contagiados con Sars-Cov-2 requieren que se les realicen numerosas placas, de ahí la importancia de que dispongan de su propia sala radiológica dentro del Hospital.

El Complejo Asistencial Universitario de León (Caule) planteó este año a la Junta todo un catálogo detallado de necesidades que plasmó en un plan director trienal presupuestadas en 12 millones. La dirección de Infraestructuras Sanitarias valoró positivamente esa iniciativa para modernizar la denominada gran tecnología hospitalaria e ir sacando las licitaciones por fases y de ahí la primera dotación, a la que se suma otro millón de euros remitido también ya para ampliar el parque de respiradores, incluidos los de ucis pediátricas; la monitorización y el equipamiento de las unidades de críticos, medicina interna, anestesia, pediatría y neumología; y más equipos de microbiología y extractor de ácidos para realizar las pruebas moleculares PCR.

En el plan a tres años que se impulsa para «poder trabajar en condiciones del siglo XXI» figura la sustitución de ocho grandes aparatos de Radiología, Cardiología y Hemodinámica, además del mobiliario y los sistemas de climatización y mantenimiento que acumulan quince años de vida a sus espaldas. En un complejo que efectúa 235.000 estudios radiológicos y de imagen cada año, 10,5 millones de pruebas de laboratorio, 16.000 TAC y casi 5.000 mamografías, atajar la obsolescencia es vital para reducir los tiempos de las pruebas e intervenciones y aportar más garantías a los pacientes.

El Caule ha solicitado, además, renovar la cocina que se puso en marcha en 2004, al tren de lavado y los sistemas de control de los enfriadores del agua de la climatización. Peticiones para las que todavía no existe respuesta, como tampoco se obtuvo apoyo para mecanizar camas. Con 230.000 estancias anuales, gran parte de las 832 camas han llegado al término de su vida útil y 200 requieren un recambio más inmediato (cien que no se sustituyeron el año pasado con el plan quinquenal al utilizarse esa dotación económica para necesidades relacionadas con la pandemia y las 100 que corresponderían a este año). «Esperamos que esa cuantía llegue en 2021 porque el mobiliario clínico lleva menos tramitación y se podría contratar en el mismo año», señalan, al igualo que las camas de UCI, que cuestan 18.000 euros.