La ULE reduce los grupos para seguir con la presencialidad en las prácticas
«La organización de la docencia se ha hecho intentando cumplir el máximo nivel de presencialidad posible, priorizando siempre la realización de prácticas, diseñando aulas espejo y aulas escucha para garantizar que los alumnos que a continuación tenían prácticas presenciales pudiesen llegar a tiempo», explica la vicerrectora de Actividad Académica de la Universidad de León, Nuria González, en relación a este curso marcado por la crisis sanitaria por la covid-19, donde ha habido ajustes y alternativas a la docencia teórica, pero donde se ha remarcado la necesidad de mantener en la medida de lo posible las prácticas presenciales al alumnado como en las escuelas de Ingeniería Agraria y Forestal, de Ingeniería de Minas, de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial y en las facultades de Biológicas, Veterinaria, Ciencias de la Salud y Ciencias del Deporte. «Los grupos de prácticas se han subdivido para que todos los estudiantes puedan hacerlas y los docentes han programado los contenidos para concentrar la materia y aprovechar al máximo el tiempo en los laboratorios, es decir, se imparte previamente la teoría para llegar a la práctica al 100% de aprovechamiento», explica la vicerrectora..
Por ejemplo, por las características de la titulación del grado en Ciencias del Deporte, las clases prácticas son presenciales y se imparten en grupos reducidos de no más de 24 estudiantes. «Esto, unido a los espacios amplios y adaptados con los que cuenta el centro, permite que las prácticas se desarrollen con normalidad, siempre manteniendo las medidas establecidas de seguridad sanitaria», explica, para añadir que se han realizado ajustes de horarios, dar clases al aire libre o la incorporación de cámaras-lupa y cámaras acoplables a aparatos ópticos que transmiten las imágenes a las pantallas de proyección, son otras alternativas.