El número de avales deja fuera a dos de las candidatuas independientes

El elevado número de avales exigido por la nueva Ley de Cajas de Castilla y León para respaldar las candidaturas a consejeros generales por los impositores impidió que finalmente pudieran presentar ayer su lista los candidatos por los prejubilados y jubilados de Caja España y la Unión de Empleados de Ahorro. La ley exige un mínimo de 1.500 avales, frente a los 250 que pedía la normativa anterior. Finalmente ayer, último día del plazo, presentaron sus candidaturas las listas del PP, PSOE, UPL, Asociación de Impositores (respaldada por UGT) e Impositores Independientes. El cabeza de lista de esta última propuesta es Pedro Conde Sanz, vallisoletano prejubilado de Caja España, que ayer reconocía que habían conseguido presentar la candidatura «corriendo y a última hora». Conde destacó que su lista es «un ensamblaje de personas que casi no nos conocemos, pero que tenemos en común el objetivo simple de participar en una renovación de la asamblea y dejar oir la voz de los impositores», y criticó la participación política en este grupo. Pedro Conde, que ya era consejero por los impositores, reconoció que ha mantenido contactos con otras listas que no pudieron reunir suficientes avales, pero fue categórico a la hora de afirmar que su iniciativa es «una propuesta personal en la que con mucho esfuerzo he reunido el apoyo de gente que sólo tiene en común el hecho de ser impositores de la Caja». De hecho, sólo tres de las sesenta personas incluidas en la lista han participado ya en los órganos de dirección de la entidad.