Una decisión justificada en la menor carga de trabajo
El vicepresidente del Senado, el leonés Alfredo Prada, confirmó que la decisión de crear un juzgado de Familia en la ciudad se adoptó para satisfacer una vieja reivindicación de jueces, fiscales y abogados, que deseaban que existiera un criterio judicial único sobre las separaciones, los divorcios y sus consecuencias. Hasta la fecha, los asuntos de familia se están repartiendo entre los siete tribunales civiles y representan el 25% de los 5.100 casos registrados de media. El movimiento a favor de ese juzgado fue cobrando fuerza desde que el ministerio anunció a comienzos de año que pondría en marcha dos nuevos órganos, uno Contencioso y otro Penal, y, finalmente, logró dar la vuelta a las previsiones. Prada explicó que la decisión ministerial también se había adoptado tras comprobar que los ratios de los juzgados de lo Penal en León habían descendido de 650 asuntos en el 2000 a 430 el año pasado. El módulo de cargas de trabajo recomendable por el Consejo General del Poder Judicial está fijado en 400 casos, de modo que los dos juzgados sólo sobrepasan ligeramente el ratio idóneo. Los jueces Juan Ignacio Raffolls y Pilar Robles recuerdan que cada semana tienen 20 de juicios de media, que los asuntos de Villablino aún se siguen tramitando en León y que los temas que tratan, decidiendo sobre la libertad de las personas, deben estudiarse con calma.