Alejo insinúa que nunca se pensó en León como sede y que sólo se busca desacreditar la huelga

«Todo parece indicar que el equipo de gobierno ha recibido un fax de Aznar». De esta manera, el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de León, Miguel Alejo, sugería ayer la posibilidad de que la cumbre hubiera sido un bluff montado desde Moncloa con el fin de desautorizar a cuantos apoyan la huelga general del próximo 20 de junio. El socialista añadía que las declaraciones vertidas por el concejal de Turismo, Jesús María Cantalapiedra -refiriéndose a la cancelación de la reunión en la ciudad- le «merecería más credibilidad» si hubiera defendido el derecho constitucional de los trabajadores a secundar la huelga. «Se quiere crear un clima de enfrentamiento en la ciudad entre los ciudadanos y utilizar el paro como un arma arrojadiza», declara. Alejo argumenta que en el caso de que la reunión hubiera llegado a celebrarse, ésta habría sido un encuentro de técnicos, no de ministros, con lo que la relevancia no habría sido de gran magnitud. Al mismo tiempo, el edil exige que se articule una partida en los presupuestos con el fin de construir un edificio junto al Auditorio. La razón hay que buscarla en el hecho de que el espacio de éste es muy reducido, con lo que en la mayoría de los congresos que se han venido celebrando, los organizadores han tenido que buscar lugares alternativos para acoger las sesiones múltiples. «Lo que se debería hacer sería ponerse a trabajar de manera coherente en una política que realmente atrajera congresos a la ciudad», añade. Críticas de UGT Por su parte, el secretario general de UGT, Ramón Ignacio Sánchez, se manifestaba ayer en la misma línea argumental. Así, ayer se mostró especialmente caústico al declarar que la versión dada desde el equipo de gobierno pueda deberse a «otros motivos». «Los sindicatos no somos los culpables de que una cumbre de estas características se haya suspendido», se defiende. De esta manera, argumentaba que una cumbre de Interior y Justicia prevista para los días 19,20 y 21 de junio en Ávila no se habría suspendido (se ha confirmado que la citada reunión se produjo en el mes de mayo). «Nosotros no tenemos capacidad de convocar y desconvocar reuniones europeas. Las formas en las que se ha realizado este anuncio lleva, cuanto menos, a la extrañeza y se esta creando el clima para utilizar la huelga de manera partidista», considera. Por último, el líder provincial de UGT ha señalado que el deber del gobierno municipal es preocuparse por el desarrollo de la ciudad. «Las responsabilidades están claras», añadió.