Boecillo y el Parque Científico

La celebración esta semana de la asamblea general de Inbiotec ha puesto de manifiesto el contraste entre le funcionamiento eficiente y de alto nivel científico-tecnológico de Inbiotec y otros Institutos de I+D de León, y la carencia de un entorno que permita y agilice la interacción con la Universidad de León y con las empresas de la provincia. Ese entorno ha de ser el Parque Científico de León. El Parque Científico de León se constituyó hace algún tiempo y engloba a las instituciones leonesas: Diputación de León, Ayuntamiento de León, Universidad de León y Caja España. es notoria la ausencia en este organismo de la Junta de Castilla y León. El Parque Científico se constituyó legalmente y está inscrito en el Registro de Asociaciones con un pequeño capital desembolsado, pero no ha habido ninguna actuación para mejorar el entorno físico del Parque, ni siquiera en temas tan perentorios como el alumbrado nocturno y el ajardinamiento. Esencialmente el Parque Científico debe proporcionar la infraestructura común y el marketing que permita la trasferencia de tecnología y la creación de empresas de alta tecnología en León, de las que estamos tan necesitados en nuestra provincia. Cada Instituto, por su parte, debe ser autosuficiente económicamente sin gravar al Parque Científico. La situación del Parque Científico de León contrasta drásticamente con la del Parque de Boecillo y ello debe hacernos pensar sobre las responsabilidades políticas que incumban a cada una de las Administraciones. Se debe exigir a la Junta de Castilla y León que participe en el Parque Científico de León como lo hace en el Parque de Boecillo. Es inadmisible esa discriminación. La existencia de un Parque Central en la Comunidad Autónoma como es el Parque de Boecillo no debe impedir la existencia de Parques Provinciales complementarios, al menos en ciudades como León, en la cual existe ya una masa crítica inicial. Pero la exigencia a las autoridades de la Junta de implicarse en el Parque Científico de León no debe hacernos olvidar que las autoridades de León, responsables del Parque Científico, no han dado un solo paso tras su constitución para dinamizar el funcionamiento del Parque, a pesar de las reiteradas peticiones de los directores de los Institutos. Es un contrasentido disponer de unos Institutos reconocidos por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, y por la DGXII de la Unión Europea, como centros de alta tecnología, y dejar que estos Centros funcionen sin el más mínimo apoyo de las autoridades locales de León y del Parque Científico. No todos nuestros males dependen de Valladolid y debiéramos de concienciarnos de que el desarrollo de León empieza por nuestro propio esfuerzo. Juan Francisco Martín Martín, catedrático de Microbiología. Director del Instituto de Biotecnología de León (Inbiotec). Premio de Investigación Científica de Castilla y León.