Los enfermos han tenido que adelantar el pago de más de 75 tratamientos de quimioterapia y radioterapia
Las mutuas obligan a las aseguradorasa restituir la asistencia oncológica
Las mutualidades de funcionarios y militares, Muface e Isfas, han obligado mediante una resolución nacional a las aseguradoras leonesas a cub
Las aseguradoras Adeslas, Caser y Asisa habían incluido en sus cuadros médicos para este año la clínica Altollano y al oncólogo Andrés García Palomo, pero posteriormente -y contraviniendo el convenio estatal de asistencia privada- retiraron al facultativo y dejaron de autorizar la asistencia por su alto coste, algo que reconocieron ante algunos pacientes. Como alternativas, los pacientes en tratamiento recibieron la posibilidad de acudir a otras provincias, a otra clínica privada de León (donde el oncológo pasa consulta una vez a la semana) o, incluso, a la Seguridad Social. Primero fueron Adeslas y Caser las que retiraron del cuadro médico ese centro privado y posteriormente lo hizo Asisa después de que más de cuarenta enfermos concertaran su asistencia en la entidad por su desatención en las otras, precisan los enfermos. Ahora, las direcciones nacionales de la Mutualidad de Funcionarios de la Administración del Estado (Muface) y del Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas) han obligado a las aseguradoras a restablecer el abono del tratamiento aceptando la reclamación de los enfermos. Éstos alegaban que el convenio de asistencia obliga a incluir, al menos, dos facultativos por especialidad en el cuadro, a respetar éste durante un año y a hacer lo posible para que la asistencia se preste en un centro privado. Fuentes del Isfas confirmaron ayer estos extremos sin querer facilitar más datos. Los pacientes afectados aseguran que desde el pasado mes de abril los mutualistas del ejército no han tenido ningún problema para recibir el tratamiento, lo mismo que en los últimos días está ocurriendo con los funcionarios adscritos a Muface a los que se autoriza el tratamiento sin problemas. Cuarenta afectados Según los enfermos, son cerca de cuarenta los afectados por la paralización del pago de sus tratamientos que no de éstos ya que la clínica y el propio médico los han adelantado sin cobrar. En total, tal y como indican fuentes médicas, los pacientes han adelantado de sus bolsillos el pago de 75 ciclos de asistencia oncológica. Cada paciente recibe como media tres tratamientos al año, lo que puede suponer una cifra que ronda anualmente los 5.000 euros (algo más de 800.000 pesetas), incluyendo el tratamiento farmacológico y las estancias. «Las aseguradoras únicamente han tenido en cuenta el dinero que les costaba cada mutualista por el que reciben una media de 300 o 400 euros del Estado cada año, pero eso ya lo saben al aceptarlos», indica el familiar de un enfermo. «Las aseguradoras se comprometen a prestar asistencia a los jóvenes y a los viejos, a los enfermos y a los sanos y no pueden, por dinero, quedarse sólo con los sanos», apunta otro. Los enfermos y sus familias se muestran muy agradecidos con el trato recibido por parte de la clínica Altollano, cuyo gerente Amabilio Cubillas ha prestado al asistencia sin cobrar durante semanas, del doctor García Palomo y de los responsables provinciales y nacionales de Muface e Isfas que han sido «sensibles» con los enfermos.