Localizados en León los padres que abandonaron a su bebé en Oviedo

Agentes del Servicio de Atención Familiar de León detuvieron el pasado jueves a L.F.G., de 18 años, y a su pareja M.G.A., de 19, por haber abandonado el pasado 24 de mayo a su bebé de ocho días, en el rellano de la escalera de un portal de Oviedo. El pequeño fue depositado dentro de una bolsa de deportes, limpio, sano, vestido con un traje azul y calcetines, y acompañado de un paquete de toallitas y cuatro pañales. Los padres, según han confesado, esperaron a una distancia prudencial a que algún vecino oyera los gritos del pequeño y lo recogiera. La samaritana fue Fili Castañeda, que vive en el segundo piso del número 16 de la calle La Lila de Oviedo. Lo encontró al filo delas nueve de la mañana y avisó a la Policía. El primer paso fue trasladar al bebé al Hospital Central para que le atendieran y le efectuaran las curas del cordón umbilical. Allí comprobaron que pesaba 3,700 gramos y que tendría entre siete y diez días de vida. La investigación para localizar, sobre todo, a la madre, recayó en los agentes del SAF de Oviedo. «Queríamos encontrar a la parturienta por si necesitaba atención», reconocieron a este periódico. Los agentes iniciaron las pesquisas en colaboración con el departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina, al que llegan los análisis de los recién nacidos. No encontraron nada, al igual que fue infructuosa su búsqueda hospital por hospital de Asturias controlando a 114 niños, según explican. También indagaron dónde podía haberse comprado la bolsa de deportes y las toallitas. Al cerrarse todos los caminos, ampliaron la investigación a tres provincias limítrofes, Santander, Lugo y León, hasta que finalmente, los agentes leoneses comprobaron que de las mujeres que habían dado a luz recientemente en la provincia sólo había una que no tenía a su hijo. L.F.G. fue localizada en Navatejera junto a su pareja y, el juez de guardia leonés decidió dejarles en libertad. Ayer comparecieron ante el juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo, donde explicaron que habían decidido dejar a la criatura porque carecían de medios para criarle -ambos son estudiantes- y con otra familia podría estar mejor atendido.