Diario de León

La Asociación Castellano Leonesa de Emigrantes Retornados da voz en León a un grupo olvidado

El difícil viaje de vuelta

Más de 30.000 leoneses viven en el extranjero -27.220 son mayores de edad- y no tienen fácil el regreso. Alfonso de Barrio, trabajador social en Suiza d

La asociación de emigrantes retornados se constituyó ayer en León en un acto público en San Marcos

La asociación de emigrantes retornados se constituyó ayer en León en un acto público en San Marcos

Publicado por
A. G. Redacción - LEÓN.
León

Creado:

Actualizado:

El regreso de un emigrante es una auténtica carrera de obstáculos burocráticos y económicos. Debe empezar por conseguir el carné de identidad, legalizar el vehículo si lo tiene y, de manera imprescindible, solicitar el certificado de emigrante retornado para acceder a cualquiera de las prestaciones a que tenga derecho, «cada vez menos», afirma Alfonso de Barrio, presidente de la Asociación Castellano Leonesa de Emigrantes Retornados que ayer se presentó en León. En Suiza fundó un centro leonés y una sociedad de inválidos y pensionistas. León es una de las provincias que más ha sufrido la emigración a países europeos y América Latina y, sin embargo, «Castilla y León no apoya a sus emigrantes», añade. Tampoco saca partido del potencial que éstos suponen en el extranjero: «Los gallegos venden cantidad de productos en Sudamérica porque han aprovechado su red de emigración; Suiza es la nación de Europa que consume más rioja porque lo dieron a conocer los emigrantes y la paella es un plato conocido por todos los suizos sin excepción», explica. El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales dispone de una web con una guía práctica para retornados en la que el ministro, Juan Carlos Aparicio, reconoce que el regreso «después de haber permanecido varios años alejado de un entorno familia o del día a día de la sociedad española puede representar una decisión difícil de adoptar». La incorporación al mercado laboral o la adaptación como nuevos jubilados requiere -reconoce el ministro- «el apoyo y la colaboración de las autoridades y la administración española». Los retornados detectan poca receptividad en la administración y «exceso de trabas burocráticas» para emprender esta nueva vida. «Hemos estado 30 años enviando divisas y de repente tienes que pagar hasta por la atención sanitaria», se queja el presidente de la nueva asociación, que regresa de un país, Suiza, sin convenio con España que reconozca sus cotizaciones en el extranjero. El regreso es más difícil de lo que parece, afirma. La asociación reclama «atenciones especiales» para las personas mayores que retornan y también para quienes buscan trabajo porque «la integgración aquí es más difícil que la salida para trabajar». La asociación se pretende convertir «en un instrumento útil para las personas que quieran regresar y para las instituciones implicadas», poco conocedoras, en su opinión, de los problemas reales a que se enfrentan los emigrantes. Los emigrantes retornados -agrega- también son víctimas de la reforma del Inem. La asociación reclama que se rectifique la eliminación del derecho al subsidio por desempleo para los mayores de 52 años y el establecido específicamente para los trabajadores que regresan a España. «Es necesario que se mantenga para que como un reconocimiento a la salida que fuimos obligados a tomar por falta de trabajo aquí», indica Alfonso de Barrio. También reclaman la doble nacionalidad como la única forma de respetar sus derechos y de conocer la realidad de la emigración. «En las estadísticas suizas hay 80.000 españoles y para España son el doble», explica. Actualmente están censados en el extranjero 27.220 leoneses, pero la cifra es muy superior si se tiene en cuenta que los censados son los ciudadanos residentes en el exterior con derecho a voto y no figuran los menores de edad. Los retornados perciben «poca comprensión» detrás de las ventanillas de la administración. Alfonso de Barrio pone el ejemplo de la administración de Hacienda «que en León me puso trabas para firmar un documento en el que se acredite que soy un futuro contribuyente», indispensable junto al certificado de residencia para «recuperar los impuestos a la fuente de las cajas de pensiones». «No se palpa que la administración esté al servicio de los administrados», lamenta. Denuncia también la revisión, «a veces injustificada», de las pensiones de invalidez que tienen reconocidas en el país donde trabajaron. Una persona que se divorcie en su país tiene hacer un nuevo trámite burocrático en España -exequatur o comisión rogatoria- para que se le reconozca en España porque no existe un mecanismo que reconozca directamente las sentencias civiles u obligue a inscribir estas incidencias en los consulados. Las asociaciones de emigrantes retornados funcionan ya en comunidades como Andalucía, Extremadura y Valencia, entre otras. Castilla y León se suma ahora a la iniciativa con la que se pretende también sacar adelante proyectos propios como residencias de personas mayores y promoción de formas de ocupación del tiempo libre en las que se contemple el cultivo de los idiomas que los emigrantes retornados tuvieron que aprender para emprender su vida laboral en el extranjero. «Queremos llegar a ser una de las asociaciones más importantes de España» para facilitar el retorno a quienes deseen emprender el viaje de vuelta. Algunos lo aplazan, a veces para siempre, «por problemas escolares con sus hijos, otros tienen miedo a no recibir la misma asistencia sanitaria (en Suiza hay libre elección de médico) y hay quien no vota por una especie de venganza hacia unos políticos que han olvidado su aportación», recalca De Barrio.

tracking