«Lo que pueda hacer la iniciativa privada debe quedar en sus manos»

Maneja un presupuesto de más de 550.000 millones de pesetas, «mayor que el de ocho comunidades»; las cuentas de una ciudad en constante crecimiento en la que, cada vez más, «debe jugar un papel fundamental la iniciativa privada». «Yo soy decidido partidario de privatizar todo aquello que es susceptible de asumir la empresa privada; creo que estos procesos los marca la realidad porque las cuentas públicas no pueden asumir todos los gastos», precisa. A renglón seguido, asegura que Madrid no es una ciudad excesivamente endeudada y recalca que para lograrlo y es necesaria una de estas tres recetas: subir los impuestos, reducir los gastos o hacer una buena gestión. «No se deben subir los impuestos, pero las ciudades deben seguir creciendo y para ello hay que buscar nuevas vías de ingresos», precisa. La capital ha privatizado ya los servicios de cobro de multas («nos salió mal porque la empresa no lo hizo bien»), limpieza o recogida de basura y ahora está inmersa -explica el edil- en el proceso de sacar a la iniciativa privada los cuarenta y nueve mercados públicos. Éste, junto con la gestión del recinto ferial del Campo de las Naciones, son los grandes proyectos de la Concejalía de este leonés. «Este proyecto va a darle a Madrid un recinto adecuado para los grandes espectáculos», precisa. El primero de ellos será en octubre el master internacional de tenis que reunirá en Madrid a los mejores tenistas del mundo. El consistorio madrileño invertirá más de 3.000 millones de pesetas en este proyecto, pero Bujidos reconoce que podría llegar a más 7.000 millones con la prevista ampliación del aforo. Al hilo de este proyecto, Bujidos ensalza el proyecto de la Plaza de Toros de León, que ha conocido durante su visita en estas fiestas. «El alcalde Amilivia ha conseguido dotar a León de un recinto para todo tipo de espectáculos y, además, contando con la iniciativa privada», subraya. Esta visita, como las múltiples que ha efectuado en los últimos años, le han permitido contemplar el cambio de la ciudad que abandonó cuando sólo tenía 22 años. «León ha experimentado un profundo y positivo cambio en los últimos 16 años, casi no se reconocen aquellos campos que hoy son Eras de Renueva», recuerda con nostalgia. No obstante, reconoce que no volverá a León antes de morir, aunque sí le gustaría ser enterrado en la capital junto a sus padres. «La vida le lleva a uno por otros derroteros y nunca sabe dónde va a acabar», precisa. De momento, se plantea sólo acabar esta legislatura, su segunda en el Ayuntamiento de Madrid. Llegó a la política de la mano del alcalde José María Álvarez del Manzano, su vecino y, sobre todo, amigo. «Él me llamó para formar parte de su candidatura y aunque me sorprendió, dije sí porque me ofreció la Concejalía de Hacienda y yo tenía experiencia en ese campo», explica. De esto han pasado ya ocho años, y reconoce que le gusta su trabajo. «El ayuntamiento es un escaparate. He estado en la administración central y en la local, y he de reconoce que la importante es ésta porque todas las decisiones que tomas interesan mucho a los ciudadanos; se preocupan y se implican», recalca. Para Pedro Bujidos, el Ayuntamiento es un escaparate y por eso el de Madrid se ha convertido en un reto para los socialistas. «Madrid es un objetivo fundamental del PSOE, han empezado la campaña por la capital porque aquí ganar aquí sería un primer paso importantísimo». No obstante, considera que el Partido Popular puede volver a ganar la alcaldía del foro. «Los ciudadanos ven lo que se realiza y dan su confianza a quien hace bien las cosas», agrega. El error de Zapatero Con estos argumentos, no augura un buen futuro a Rodríguez Zapatero, al que conoció en un coloquio en la Casa de León en Madrid. «Creo que se ha equivocado en el apoyo a la huelga que no era más que una convocatoria política. Los sindicatos han de jugar un papel y los partidos políticos, otro, que no deben unirse. Se equivoca en su estrategia y es posible que le pase factura aprovecharse de los sindicatos en esta ocasión», indica. Recalca, asimismo, que no le ve muy consolidado como candidato. «Salió de una manera un tanto extraña y no tiene un poder claro», explica el concejal. El edil madrileño estima que las batallas por las elecciones generales, locales o autonómicas son totalmente diferentes. «Es un signo de solidez democrática que las administraciones estén gobernadas por distintos partidos. Además, es una prueba evidente de que los ciudadanos saben lo que quieren». Sobre su futuro, apenas quiere pronunciarse. «Si el candidato es Álvarez del Manzano y me pide que continúe lo haré; si es Mercedes de la Merced, gran amiga mía, lo haré también. Pero si el candidato es un tercero, tendrá que pedirme muy seriamente mi continuidad», recalca. Su amistad con la previsible candidata popular es evidente, junto a ella ha realizado esta visita privada a León durante las fiestas de San Juan. «En política hay que saber estar, pero hay que saber marcharse. Yo no voy a pedir continuar porque ahora ya me iría con la satisfacción de haber hecho, en ocho años, cosas muy importantes», matiza. León, ciudad olímpica La vinculación entre las corporaciones de Madrid y León no han sido muy estrechas aunque explica que Mario Amilivia ha visitado en varias ocasiones a su homólogo madrileño para preparar la propuesta de León como subsede olímpica en caso de que Madrid sea designada ciudad sede. «Hay muchísimas ciudades que quieren colaborar pero el alcalde Álvarez del Manzano ha preferido esperar a que la ciudad sea designada por el COI. Si se da esa situación, vendrá a León para estudiar la propuesta», recalca Bujidos. Para Amilivia sólo tienen palabras de elogio. «Tengo gran fe en Mario Amilivia, es un excelente alcalde y su gestión es realmente buena. Sólo hay que ver cómo ha prosperado la ciudad», indica. Bujidos visitó León durante el fin de semana acompañado por la primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, Mercedes de la Merced. Acudió a los toros y pudo disfrutar de la noche de León. «Es increíble ver qué ambiente había», recalca.