Las escuchas telefónicas, punto de discordia con el letrado defensor

La defensa de los acusados solicitó la nulidad de las intervenciones telefónicas realizadas durante la instrucción de la causa. Sin embargo, el juez del Penal número 1 justifica en 18 folios que «la inviolabilidad de las comunicaciones privadas cede ante la investigación de los hechos delictivos, siempre bajo tutela y garantía del poder judicial». De ahí que las considere como fuente de prueba. También desmonta el argumento de que la droga era para autoconsumo, porque «la importante cantidad intervenida, más de 20 kilos de hachís, es mucha como para que pueda creerse que su poseedor los tiene para su consumo». Al juez le parece «increíble» la versión de Jesús Miranda, quien aseguró en el juicio que fue el vendedor quien metió la droga en el maletero. Tanto su hermana como Larralde habían sido vigilados, además, en otros dos viajes a Madrid para comprar droga.