Ponce mejora lentamente, aunque tiene molestias

El torero Enrique Ponce mejora lentamente del gravísimo percance que sufrió el pasado domingo en la plaza de toros de León, «aunque todavía tiene muchas molestias, prácticamente no ha descansado desde el domingo y está muy inquieto», informó ayer su suegro, Victoriano Valencia. «Lo más grave y preocupante parece que ya ha pasado en opinión de los médicos, dijo Valencia, todavía está dentro de un postoperatorio en el que pueden presentarse imprevistos». A lo largo de la mañana de ayer le realizaron un tac para examinar nuevamente la situación. Aunque la mejoría del herido se palpa en los signos externos, por ejemplo la comida que hizo a última hora del martes, a base de un poco de jamón de york, pavo trufado y un yogur. Ponce sigue con un tubo conectado directamente al pulmón afectado, por donde se le extraen todavía restos de sangre, «afortunadamente cada vez menos, prueba de que la cosa va bien y va a quedar, si Dios quiere, del todo bien», insistió Victoriano Valencia. Ya más relajado después de la enorme tensión que se vivió la noche del lunes a la llegada a Madrid tras el traslado desde León, cuando hubo que intervenirle de urgencia por segunda vez para extraerle cuatro litros de sangre acumulada y reponerle a continuación tres unidades de plasma después también de superar una alarmante bajada de tensión, Valencia expresó su esperanza de que «ojalá pueda descansar pronto».