Los nuevos planes para el cauce bajo exigen una limpieza de los ríos

Las tareas de limpieza de la nueva actuación sobre el río Bernesga -comprendida entre los puentes de Martín Granizo y el de San Juan de Dios, en la ribera paralela a Eras- comenzaron ya en la orilla donde se ubicaban los laboratorios Ovejero, donde entre otras cosas, se han sacado tanques de combustible y varias toneladas de tierra contaminada que ya han sido trasladas al correspondiente vertedero. Además, en esta zona se ha erradicado un tendido eléctrico pasando los cables por el puente Martín Granizo. Por lo que se refiere a la ribera del Torío que ahora se rehabilita, -entre el puente de acceso a Puente Castro y el estacionamiento de La Candamia- también ha comenzado a limpiarse. El arquitecto municipal Óscar Guerra, quien supervisa por parte del Ayuntamiento el proyecto que ejecuta la Sociedad Estatal Aguas del Duero, comentó ayer que en cuanto esta entidad asuma la propuesta del Consistorio de la capital para cambiar el proyecto inicial en lo que al cauce de aguas bajas se refiere tanto en el Torío, como en el Bernesga, comenzará una exhaustiva labor de limpieza en la ribera paralela a Eras entre los puentes Martín Granizo y San Juan de Dios. En este sentido, explicó que la operación consistirá en extraer del río los excesos de gravas y erradicar toda la vegetación no autóctona. «Es preciso limpiar para asegurar la capacidad de desagüe del Bernesga a su paso por esta zona y así dejar que el río en su cauce bajo transcurra por su propio camino, ahorrándonos con el nuevo plan la construcción de la escollera prevista», señala Guerra, quien asegura que así también se evitan sedimentaciones que provocan riesgo de inundaciones. El proyecto aprobado por la Sociedad Estatal Aguas del Duero, adjudicado en 8,7 millones de euros (1.450 millones de pesetas), preveía la actuación sobre el cauce de aguas bajas a través de la construcción de una escollera, como muro de protección para salvaguardar la zona alta de Eras, ya que la del Polígono 58 ya está protegida con la escollera realizada en la otra actuación sobre el Bernesga. Las escolleras previstas en un principio para el cauce bajo eran revegetadas, en la zona inundable en invierno, aunque finalmente la Concejalía de Medio Ambiente aceptó la propuesta de una plataforma integrada por ecologista, catedráticos y el PSOE para encargar un estudio a ingenieros de Montes de Madrid en busca de un cauce más ecológico con un trazado libre.