Cerrar
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

En:

Además de semejante ambiente educativo, San Claudio mantiene fuertes connotaciones religiosas que se remontan a tiempos inmemoriales. Sin ir más lejos, sólo hay que recordar esa Plaza de Doce Mártires de la que parte nuestra arteria protagonista. Con dicho título se homenajea al asceta San Ramiro y sus doce compañeros, todos ellos monjes en el emblemático monasterio de San Claudio, quienes recibieron martirio en el siglo VII. Para hablar del carismático cenobio que da nombre a toda la barriada, debemos remontarnos bastante más atrás, concretamente al día 30 de octubre del año 303. Aquella fatídica fecha fueron asesinados, tras crueles y refinadas torturas, los hermanos Claudio, Lupercio y Victorico, tres jóvenes de entre 16 y 20 años que eran hijos del centurión San Marcelo y su esposa San Nonia. En su memoria, varios parientes y fieles cristianos erigieron a las afueras de la ciudad el bautizado como monasterio de San Claudio, donde se custodiaron sus cuerpos durante siglos. Aquel cenobio era el más antiguo de la provincia, pues se erigió en el siglo IV, considerándose el máximo símbolo religioso instalado en León. El vetusto monasterio sufriría los embates de los invasores musulmanes, siendo restaurado posteriormente por decisión del monarca Ramiro II. Aquí se vivieron alegrías tan intensas como la llegada de los restos de San Marcelo, el día 31 de marzo de 1493, recibidos por los grandes de España y el propio Fernando I el Católico. Sus sagradas piedras padecieron un incendio hacia el año 1530, cuando quedó destruida parte de su fábrica. Las más poderosas familias leonesas ayudaron a su restauración, eligiendo el lugar para construir sus sepulcros. Así hasta llegar a la Desamortización de 1834, produciéndose la expoliación del cenobio y la pérdida de todas sus joyas artísticas.