Los jóvenes detenidos con 1.000 pastillas de éxtasis admiten que iban a traficar con ellas

No hizo falta juicio. Los dos jóvenes sorprendidos el pasado mes de abril por la Guardia Civil con 1.000 pastillas de éxtasis, cuando llegaban desde Valencia en tren, reconocieron su culpabilidad y explicaron que iban a vender a terceros cada unidad a seis euros. Su confesión les permitió alcanzar un acuerdo de conformidad para rebajar la pena de seis años de cárcel que solicitaba el fiscal a dos años y seis meses, con multa de 12.000 euros (dos millones de pesetas). Así, ambos traficantes, de 22 y 23 años, evitan continuar en prisión. Además, el tercer implicado admitió también en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de León que les había encargado 150 pastillas y se conformó con la misma pena. Los hechos que quedaron sentenciados se remontan al pasado 3 de abril. En esa fecha, César Miguel F.C. y José Manuel G.F. se desplazaron hasta la comunidad valenciana para adquirir un cargamento de éxtasis. Los efectivos del Grupo de Investigación Fiscal y Antidroga (Gifa) les seguían los pasos, tras vigilarles desde hacía unos meses, al saber que se estaban introduciendo en el mundillo de la venta de pastillas, donde F.G. era conocido como Ortodoncio. De hecho, según admitieron, ya habían realizado otro viaje a Valencia para autosuministrarse. Los agentes les esperaban en la estación de trenes, de modo que cuando ambos bajaron del Talgo el día 6 fueron arrestados y se les intervinieron las mil pastillas de MDMA (éxtasis) dentro de una mochila. Estaban distribuidas en bolsas de plástico de cien unidades y tenían inscrito el logotipo de los dibujos animados Dexter. Al hilo de la investigación también se logró detener a Víctor Manuel G.V., que había encargado un lote de pastillas, y se incautaron once móviles desde los que contactaban con los compradores.