NOVEDADES ESTE AÑO
Apertura del módulo de reos peligrosos. El pasado 1 de marzo, después de varios retrasos sobre la fecha prevista, se puso en marcha el módulo de aislamiento reservado para los presos Fies (fichero de internos de especial seguimiento por su peligrosidad). Tiene 27 plazas, pero sólo se han cubierto tres por falta de funcionarios. Durante unos días, el módulo acogió a dos criminales de guerra croatas, Vladimir Santic y Drago Josipovic, condenados por el Tribunal Penal Internacional por la matanza de civiles en Ahmici (Bosnia) en 1993. Ambos viven ahora en un módulo de internamiento normal. El departamento para reos peligrosos sufrió un motín el 29 de abril. Los tres internos comenzaron a destrozar sus celdas y, al intervenir los funcionarios, se enfrentaron a ellos lesionando a ocho. Programa de Intercambio de Jeringuillas. En mayo, la cárcel se sumó a este programa, que persigue evitar los contagios de enfermedades parenterales como el sida o la hepatitis C entre los presos, facilitando jeringuillas nuevas esterilizadas para que los reos que se inyecten droga a escondidas lo hagan con medios higiénicos y no compartan las usadas. El 12% de los reos son seropositivos. Control fuera de la cárcel con chip. La tecnología también se ha puesto al servicio de Instituciones Penitenciarias para controlar a presos que disfruten del tercer grado (con obligación sólo de pernoctar en la cárcel). En junio, se permitía a dos reclusas en el tramo final de su condena que durmieran en su propia vivienda. Eso sí, no pueden salir de la casa desde las ocho de la tarde a las ocho de la mañana y el cumplimiento de esa norma se vigila gracias a un chip informático instalado en una pulsera que deben portar todo el tiempo. El sistema está contemplado como una medida de reinsercción positiva, sobre todo, para presos rehabilitados de las drogas y madres que no tiene con quién dejar a sus hijos.