Cerrar

Nobleza y lealtad a los reyes

Plaza Don Gutierre (y II)

La plaza de Don Gutierre es uno de los puntos de encuentro del casco antiguo de la capital leonesa

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Con toda seguridad, la castiza plaza de Don Gutierre es uno de los enclaves capitalinos con mayor solera y embrujo, impregnado de un ambiente que nos lleva a aquella época de capa y espada que se perpetuó en el viejo y caballeresco León. Y ello a pesar de que la antigua Plaza de los Boteros, como se la conocía en otras épocas, ha sufrido un proceso de reforma y restauración que acabó, desgraciadamente, con gran parte de su encanto. Al día de hoy la plaza se divide en dos planos diferentes, unidos entre sí por unos cuantos escalones, aunque mostrando ambas partes idéntico carácter peatonal. Aún mantiene, sin embargo, dos símbolos del pasado con extraordinaria raigambre histórica y popular. Aquí se erige, haciendo esquina con la calle Cascalería, el destacado edificio de viviendas que realizara el arquitecto Manuel de Cárdenas en 1903, felizmente reconstruido en los últimos años. No ha tenido tanta suerte el caserón que, según cuenta la leyenda, fue propiedad del noble leonés don Gutierre Fernández de Castro, distinguido por el monarca Alfonso XI con el siguiente lema: «Nobleza de corazón tuve siempre por blasón». Grandes méritos había contraído para lograr semejante reconocimiento real, pues fue uno de los protagonistas que abortaron la conjura entablada contra el monarca por cuatro ambiciosos caballeros: don Ramiro Núñez de Lara, don Pedro Álvarez Osorio, don Pedro Ruiz y don Juan Robles. Don Gutierre encabezaría al grupo de leales vasallos que derrotaron a los traidores, logrando que la ciudad recobrara la paz tras sangrientos episodios de violencia. El rey, agradecido, colmaría de bienes a sus leales. Así, a don Juan Ramírez de Guzmán le nombró corregidor de León; a don Pedro de Pernia, gobernador de las torres de la ciudad; al bachiller don Antonio Valderas, rector de la Universidad de Palencia; y a Don Gutierre..., no pudo nombrarle nada, al manifestar al monarca su deseo de dedicarse a la vida monástica. Cuenta la tradición que se despidió, vistió traje de peregrino y una mañana, muy temprano, abandonaría su casona para, a través de Cascalería y La Rúa, tomar la ruta jacobea. La leyenda y la historia se entremezclan para narrarnos que alcanzó al monasterio de Sobradelo, donde llegaría a ser abad, siendo postulado más tarde a la mitra compostelana. Aquí concluyen las últimas referencias que se tiene sobre aquel esforzado leonés, aunque sabemos que durante los últimos años del reinado de Alfonso XI existió un Gutierre que ocupó dicha jerarquía eclesiástica.

Cargando contenidos...