Chamorro zanja una crisis que dejaría sin bomberos de refuerzo todo agosto

La tensión entre los responsables del Parque de Bomberos y la plantilla ha puesto en jaque el sistema de seguridad contra incendios y accidentes. En el verano, los 70 efectivos se reducen a la mitad por vacaciones y, otros años, se confiaba en que los agentes de descanso servirían de refuerzo en momentos críticos, cuando se produjera un siniestro de envergadura o coincidieran tres intervenciones en un breve espacio de tiempo. El distanciamiento de mandos y bomberos ha hecho que las personas que habitualmente acudían de refuerzo en emergencias no estén tan pendientes del teléfono y no sean fáciles de localizar. La situación saltó el pasado martes, cuando se produjo un incendio que afortunadamente se controló con rapidez en la casona de Sierra Pambley. En el parque de Bomberos sólo quedaron un telefonista y un agente, insuficientes para sofocar otro incendio o desplazarse a socorrer a un accidentado. La crisis se inició el pasado mes de mayo, cuando el Pleno del Ayuntamiento concedió un plus económico a los cabos por su dedicación exclusiva. El resto de bomberos pidió entonces un complemento económico por estar localizables para emergencias en sus días de descanso. La propuesta es formar un retén diario con cinco bomberos que no estén de servicio y que permanezcan conectados las 24 horas del día al móvil para, en caso de necesidad, ser avisados y llegar en quince minutos al parque. Traducido en cifras, serían 108.000 euros más al año. El jefe de Bomberos, Álvaro Rodríguez, considera que antes de acceder a ese desembolso, contrata a cuatro agentes cada año, «y, además, así, se rejuvenece la edad media de la plantilla, que está en 41 años». La intervención del concejal del área, Javier Chamorro, ha calmado las aguas.