El linaje Villafañe
Así que en la calle o travesía de Don Gutierre, donde se vertían las aguas de la lluvia y de las otras hasta formar una torrentera, los estetas municipales procedieron a adecentarla mediante la instalación de los mencionados escalones, modificando su vieja estampa de callejuela mora para permanecer durante años y todavía en la actualidad, completamente abandonada. Es un claro ejemplo del viejo León que se nos muerte, mientras que las autoridades hacen muy poco por remediarlo o simplemente mantenerlo para el conocimiento y disfrute de las generaciones venideras. Caballero leonés Terminaremos el comentario mencionando nuevamente a Don Gutierre, ejemplo de caballero leonés que tiene bien merecido el que la ciudad le dedique una plaza y una calle. Y es que allá por el mes de enero del año 1998 se publicó un estudio del arqueólogo don Fernando Miguel, asegurando que el tal palacio no era el de Don Gutierre, sino que pertenecía al nobiliario linaje de los Villafañe y Tapia. El auténtico palacio se encontraría a escasos metros, precisamente en el lugar que ocupa en la actualidad el preciosista edificio construido por Manuel de Cárdenas, con esquinas a las calle Zapaterías y Cascalería. Orden de construcción Sería don Diego Villafañe y Tapia quien ordenó levantarlo en el último tercio del siglo XVII, aprovechando los restos de un palacio anterior que fue propiedad de los Cabeza de Vaca. Con posterioridad sufriría distintas restauraciones y ampliaciones, hasta llegar a nuestros días. Nosotros no quitamos ni ponemos, pero como decía el entrañable don Máximo: «Calle del Barranco en lo popular; y Calle de Don Gutierre en lo oficial».