La Policía contará con un tacómetro y un sonómetro para supervisar los decibelios de los ciclomotores
La campaña «En moto sin ruido» controlará unas 3.000 motocicletas
Del 10 al 25 de este mes el Ayuntamiento pondrá en marcha la campaña de seguridad vial «En moto sin ruido», con el objetivo de controlar el niv
«Uno de los mayores problemas medioambientales es la contaminación acústica» -comentó el concejal de Tráfico, Francisco Saurina- «y las motocicletas y ciclomotores son percibidos por los ciudadanos como los vehículos más ruidosos de todos». Así, ayer se presentó la campaña En moto sin ruido, destinada a reducir los decibelios procedetes del tráfico, vigilando el nivel de ruido de estos automóviles. Se establecerán controles en lugares estratégicos por parte de agentes pertenecientes a la Patrulla Verde y a la Unidad de Tráfico. Casi todo el parque de dos ruedas de León, unos 3.000 vehículos, pasará por estas revisiones que se realizarán mañanas y tardes ya que el verano es la época en la que estos vehículos más salen a la calle, sobre todo conducidos por gente joven. «No hay ninguna campaña igual en toda España» -apuntó el intendente jefe de la Policía Local, Martín Muñoz- «los agentes estarán provistos de un tacómetro, un sonómetro homologado y una lista con las características técnicas de cada vehículo para saber si cumplen con lo exigido». Esta nómina contempla la relación entre el ruido y revoluciones de cada modelo. Cada tres decibelios se dobla la intensidad y la ley prohíbe circular con más de un par de los autorizados. Las motocicletas y ciclomotores que sobrepasen el nivel de ruido permitido deberán pasar una revisión en la I.T.V. para ajustarse a las normas. Los agentes recogerán el Permiso de Circulación o el Certificado de Características Técnicas y lo sustituirán por un volante válido durante cinco días, para que se pueda pasar la inspección técnica. Además, se pueden establecer multas de hasta 90 euros (15.000 pesetas). Esta campaña, que se suma a la de concienciación sobre el respeto ante los pasos de cebra y a la del uso del casco, pretende ser el inicio de una serie de medidas para controlar el nivel sonoro del tráfico, y el trucaje en los centímetros cúbicos y en el silenciador. «Ha sido especialmente complicada porque se ha tenido que coordinar a la Policía Local, con la Concejalía de Medio Ambiente, la Dirección Provincial de Tráfico, el Servicio Territorial de Industria de la Junta y la inspección técnica de vehículos», añadió el jefe de la Local.