REACCIONES

UGT. UGT afirma que el dato de IPC del mes de julio evidencia que la inflación «no está controlada», ya que continúa aumentando el diferencial de España respecto a Europa, multiplicando por dos la media de la UE y casi por cuatro la de países como Alemania, Francia y Reino Unido. Para el sindicato, la bajada en siete décimas del IPC «no puede ser motivo de satisfacción», dado que millones de trabajadores «siguen perdiendo» poder adquisitivo, especialmente los perceptores del salario mínimo interprofesional (SMI), los empleados públicos y los asalariados que no cuentan con cláusula de revisión. CC. OO. El secretario de Organización de CC.OO en Castilla y León, Juan José Hermoso, denuncia la falta de previsión por parte del Gobierno nacional respecto a sus predicciones y recordó que según los datos hechos públicos hoy por el INE, les quedan 0,8 puntos y cinco meses para alcanzar sus estimaciones. Hermoso, en declaraciones a Europa Press, hizo especial hincapié en que la inflación interanual en España y en Castilla y León es del 3,4 y del 3,2 por ciento, respectivamente, lo que coloca los precios 1,4 y 1,2 puntos por encima de la previsión gubernamental. En este sentido, Hermoso recordó que aún queda otra etapa alcista por lo que considera «difícil» que se cumplan unas previsiones «cuadradas a martillazos». CEOE. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) aseguró ayer que el descenso en siete décimas del IPC evidencia la «repercusión positiva» que han tenido las rebajas sobre la inflación, a pesar de que el IPC interanual se haya mantenido estable, en parte por el efecto de la nueva metodología. La patronal destacó, en un comunicado, el buen comportamiento de la inflación subyacente en tasa interanual, que bajó en julio hasta el 3,8 por ciento frente al 4,1 por ciento del mes anterior, lo que, según dijo, «permite ser optimistas de cara a los próximos meses». Cámaras de Comercio. El Consejo Superior de Cámaras de Comercio destaca que han sido «elementos coyunturales y ajenos a la economía española» y no factores de «carácter estructural» los condicionantes del Indice de Precios al Consumo de julio. En su opinión, este diferencial positivo, unido a la apreciación de la divisa se podría traducir en «una pérdida de competitividad» de las empresas españolas frente al exterior. En este sentido proponen reformas estructurales que «permitan que la formación de precios en España sea más eficiente y transparente», la liberalización de los mercados, el apoyo a la creación y consolidación empresarial y la promoción de la nueva sociedad de la información.