La financiación del gasto corriente de los centros de Castilla y León depende en un 70% de las arcas públicas
La enseñanza privada es deficitaria, pese a las subvenciones que recibe
A pesar de recibir ya alrededor de 190 millones de euros de la Junta de Castilla y León, la enseñanza privada pierde dinero en la comun
En todo el territorio nacional, los ingresos de los centros privados superan a sus gastos en un 3%. Solo cinco en cinco comunidades autónomas la educación no es un negocio rentable. Además de Castilla y León, los colegios de Navarra, Murcia, Aragón y Castilla la Mancha no consiguen cuadrar sus cuentas. En el extremo opuesto se encuentra Canarias, donde los beneficios de la enseñanza son del 8%. En Castilla y León además se produce una situación paradójica. Los centros privados de la comunidad son los que -en proporción más dinero reciben de las arcas públicas junto a Navarra, Extremadura y La Rioja, sin embargo junto a la Comunidad Foral son de los más deficitarios. Teniendo en cuenta los niveles de enseñanza, la categoría más rentable para los centros privados es la Especial. Esta es, según el INE la que el gasto por alumno es mayor. En Educación Infantil y Bachillerato, el saldo corriente por alumnos es positivo, alcanzando sus valores máximos en la Enseñanza Profesional de grado medio. En el resto de niveles educativos, la enseñanza privada gasta más por cada estudiante que lo que ingresa. Este desfase se acentúa especialmente en el Bachillerato. Cada alumno de los centros privados o concertados, gasta de media en todo el territorio nacional, 2.153 euros por curso. Los ingresos que se perciben por cada estudiante ascienden a 2.214 euros. Ingresos Según el INE, «se observan dos estructuras diferentes en los ingresos, dependiendo de la fuente de la que proceden». Así, en Educación Infantil y Bachillerato, los principales ingresos tienen procedencia privada, sobre todo a través de las cuotas que pagan los padres de los alumnos. En el resto de los niveles, más del 50% del dinero que ingresan los centros privados son las subvenciones públicas. Las aportaciones del erario público, vía conciertos educativos, representan más del 80% de los ingresos de lo que los centros privados destinan a Educación Especial y Enseñanza Profesional de grado medio. En el extremos opuesto, no llegan al 30% en Infantil y Bachillerato. Las inversiones no representan en ningún caso más del 5% del dinero que ingresan los centro privados para su funcionamiento. En la mayor parte de los niveles educativos ni siquiera representan más del 2%.