Del «casual» más informal, a los trajes para la ocasión

Los treinta minutos del presidente en León traían de cabeza desde hace varios días a buena parte de los alrededor de medio centenar de invitados que acudieron al acto. Además de las consabidas reivindicaciones, más de uno se planteó la cuestión del atuendo para la ocasión. ¿Ropa informal o traje?. Teniendo en cuenta que el jefe del Ejecutivo llegaría a visitar las obras vestido de «sport» las dudas se acrecentaron. Uno de los más modelos más frecuentes entre los hombres fue el traje a medias, es decir, americana con pantalones más «casual» y sin corbata, como el caso del concejal de Urbanismo, Cecilio Vallejo. Otros tiraron por el camino del medio y se pusieron un traje de verano no muy serio, como el alcalde, y algunos optaron por su atuendo más clásico, como Alfredo Prada y Luis Aznar. También pudieron verse camisas de manga corta y hasta de cuadros de leñador. La elección entre las mujeres, sin embargo, fue más unánime y todas optaron por elegantes y discretos trajes. Fue el caso de Isabel Carrasco, Amparo Valcarce y Natalia Rodríguez Picallo; eso sí con zapatos con tacón inconveniente para ese pedregal con polvo. Antes de que la comitiva del presidente recalara en León, la megafonía amenizó a los pacientes invitados con música de Café Quijano al ritmo de Nada de ná. Más de uno no pudo evitar seguir la música con sus pies o disimular bailando. Pitos y gritos -llegados desde 300 metros de los vecinos que protestaban por la planta de RMD- acompañaron las explicaciones micrófono en mano del ministro Cascos, visiblemente encantado con las palabras que el día anterior le dedicó su jefe de filas, quien le calificó como el mejor ministro de Fomento de la historia de España. En su discurso no olvidó -para corresponder a los elogios de Aznar- referirse a los logros del PP y del presidente durante los últimos años.