Coproper denuncia la agresión de un oficial a un guardia de La Virgen

La Asociación Unificada de Guardias Civiles ha presentado en el juzgado togado militar territorial número 25 de Ceuta una denuncia contra un ofical del Grupo Rural de Seguridad (GRS) de La Virgen por agredir a un agente en el puesto fronterizo de Benzú ante dos testigos. «El juzgado tomó la denuncia pero la pasó a La Coruña», comentó la delegada provincial, Genoveva Soto. Cuando el agente se encontraba realizando labores de canalización y control, fue requerido por el oficial para que ayudase a contener a las personas con mercancía que pretende pasar por el puesto fronterizo al territorio marroquí. Entonces, el superior le propinó al denunciante un golpe en la parte superior del brazo a la vez que le decía que actuara con «más contundencia» y «utilizara la fuerza si fuera necesaria». Según la denuncia, el agente le dijo que «por favor fuera la primera y la última vez que le amenazaba, le levantaba la mano o le pegaba» porque se había sentido humillado. A las pocas horas el guardia civil empezó a notar dolor en la zona, acercándose al ambulatorio «José Lafont» donde -tras descartar una posible fractura- le diagnosticaron un hematoma, una tumefacción y una rotura en el brazo izquierdo. Además, el declarante ha puesto de manifiesto en el juzgado que está sufriendo presiones y amenazas por el teniente desde hace varios meses. «Represalias y persecuciones» La asociación teme ahora que se puedan producir represalias y persecuciones por parte del oficial, que a su vez, ha denunciado a dos guardias por desobediencia e insubordinación «de una manera arbitraria e injustificada». Además, la delegada provincial de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, Genoveva Soto, ha señalado que «los abusos de autoridad de ese teniente son anormales y más propios de la época de la exclavitud y no de la democracia en la que -aunque algunos no se hayan enterado- vivimos». Además, Soto denunció que la «lamentable actitud de los superiores, que tapan estas conductas, más cuando ellos son los encargados de velar por el orden». La delegada provincial puso además de manifiesto que debido a este tipo de actuaciones muchos de los miembros pertenecientes al Grupo Rural de Seguridad han pedido la baja psicológica y están con depresiones. «Hay muchos miembros desquiciados, y la peor parte se la llevan las familias» -añadió Soto- «muchos se piensan que aún no acabado la dictadura, sobre todo los mandos».