Los vecinos del Grano desconfían de las «buenas palabras» de Vallejo

Los vecinos desconfían de lo que llaman «buenas palabras» de los responsables de las instituciones y éstos reiteran que su mayor preocupación es mantener el actual aspecto de la vivienda, para lo que -en su opinión- es necesario una actuación severa como es el desmonte de parte de los elementos constructivos del inmueble, alternativa que cuenta con una oposición furibunda por parte del colectivo vecinal. Tanto Vallejo como Luis Aznar consideran que en lo básico coinciden con los vecinos: mantener la vivienda. Sin embargo, la portavoz del colectivo que defiende el inmueble, María Beirán considera que ésto tan sólo son «buenas palabras». Su valoración de la reunión es «negativa» por la falta de determinación del Consistorio leonés para actuar de forma inmediata para evitar la ruina del edificio de la plaza del Grano. Las declaraciones de días precedentes del alcalde de la ciudad, en las que calificó de «pseudointelectuales» a los firmantes del manifiesto contra el derribo de la casa, han crispado aún más a los vecinos. En un escrito distribuido ayer retan al regidor a que «busque con urgencia algún intelectual para que de lecciones justas sobre planteamiento municipal». Además recuerdan a Mario Amilivia que entre los firmante se encuentran escritores como Julio Llamazares, Juan Pedro Aparicio, Eugenio de Nora, Ángeles Caso o Antonio Pereira. La mediación del concejal de Urbanismo, Cecilio Vallejo, tampoco es suficiente, en opinión de Beirán. Los vecinos recuerdan que ellos siempre se han dirigido como interlocutor al propio alcalde la ciudad. Así, esperan que sea el mismo Amilivia quien se reúna con ellos. El único acuerdo fruto del encuentro de ayer fue que no será el único que reúna a todas las partes. Así, tanto la Junta como el Ayuntamiento, el constructor y los vecinos crearán una especie de comisión de seguimiento de la marcha de la polémica actuación urbanística. La máxima prioridad de los vecinos, la aplicación de una serie de medidas de «urgencia» para apuntalar el inmueble de cara al invierno, tampoco tuvo eco entre los representantes oficiales. El colectivo considera que esta actuación es primordial para salvar al edificio de una posible ruina durante el invierno.